David Bustamante y Alex Casademunt, dos hombres y una traición

«Ya que todo el mundo me lo pregunta, no sabía absolutamente nada... Es una gran canción y me alegro de que suene de nuevo... Pero un mensaje tampoco hubiera hecho daño... Jajaja, muchos éxitos», ha publicado el cantante catalán, dejando entrever su mosqueo.

La cosa tiene aún más miga porque buena parte del correspondiente videoclip, grabado en Madrid con producción de Jacobo Calderón y The Panda Bear Show y dirección de Pablo Hernández, transcurre, atención, en un ring de boxeo. Igual que con la canción original, pero esta vez el púgil rival es un hombre encapuchado al que no le ve la cara hasta el final, cuando se desvela que es también el propio Bustamante.

¿Por qué ha querido Bustamante romper el dueto y convertir «Dos hombres y un destino en una canción solista»? La respuesta rápida y lógica es que prefiere no compartir los beneficios de esta segunda versión con nadie, porque no está el horno para bollos. O quizá le hayan aconsejado no compartir micrófono con un artista muy venido a menos como Casademunt, para no minar su ya de por sí desgastada carrera. Pero queda sin responder la segunda pregunta: ¿por qué no le ha avisado? ¿No queda nada de aquella vieja amistad? ¿O es que nunca la hubo?

No parece propio de un artista, si se considera a sí mismo vigente, revisitar una canción que interpretó hace dos decenios en un concurso. Pero tiene excusa: Bustamante cumple veinte años de carrera y lo celebra con un nuevo disco, «20 años y un destino», en el que versiona sus grandes éxitos. «Familia, qué ilusión cumplir años a vuestro lado con «Dos hombres y un destino»», ha dicho Bustamante en sus redes sociales, donde por ahora no ha contestado a la pullita de su compañero.

«Busta» y Casademunt interpretaron juntos el tema por última vez en 2016, en el concierto «Operación Triunfo. El Reencuentro». Pero la letra de «Dos hombres y un destino» parece ahora premonitoria. Cuando cantaban «aunque me digas que ella es para ti y aunque seas mi amigo, lucharé», no hablaban de una chica, sino de la propia canción.