Carmen Linares: «Paco de Lucía me dijo "pero si no pareces una cantaora, pareces una estudiante de Filosofía y Letras"»

El próximo 27 de marzo estará en el Auditorio Nacional de Madrid, dentro del ciclo organizado por la fundación Excelentia, con «Amor Brujo + Remembranzas». Pero antes de hablar del espectáculo, es inevitable recordar la figura del guitarrista de Algeciras fallecido recientemente: «Cuando alguien se va, siempre es muy triste, pero Paco además estaba, con 66 años, en su plena madurez, con una actividad creadora, con unas condiciones, un talento, una ilusión por hacer cosas... Nos hemos perdido muchísimo. Creo que es el artista que más ha hecho por el flamenco en todos los sentidos».

«Paco fue un guitarrista que se basó en las raíces -continúa Carmen-, por eso todo lo que hacía sonaba flamenco. Pero luego ha ido más allá, fue evolucionando con su tiempo, y eso es muy importante y necesario para un artista; si no, el arte se queda como en una vitrina. Puso la guitarra a tal nivel que intentar llegar ahí era muy difícil, pero nos obligó a todos a ir detrás, como si nos dijera: "Cuidado, estáis dormidos, despertaos". Con él hay un antes y un después. Porque ha influido en la forma de cantar, de bailar... no solo en la guitarra. Hay que estarle eternamente agradecido».

Además, Carmen nos cuenta las divertidas circunstancias que rodearon la primera vez que estuvo delante del autor de «Entre dos aguas»: «Le conocí cuando me llevó el padre de Paco, Antonio Sánchez, a su casa. "Ven, que quiero que te escuche Paco", me dijo. Esa fue la primera vez que le vi. Y conocí a su madre, Lucía, que era una mujer siempre con una sonrisa encantadora. Paco estaba en su habitación, estudiando, y vino con la bata puesta. Yo tenía uno 18 años, y llevaba melenilla, y Paco me dijo algo así como "pero si tú no pareces una cantaora, si pareces una estudiante de Filosofía y Letras". Yo ya le había escuchado tocar muchísimo, y era un ídolo para mí, y verle allí salir en bata... Empecé a temblar, no sé, creo que canté fatal. Estaba muy nerviosa pensando que me estaba acompañando Paco de Lucía. Fue una cosa muy bonita».

Desde entonces Carmen Linares se ha labrado una carrera impoluta. Una trayectoria en la que ha estado acompañada, desde hace veinte años, por el «El Amor Brujo» , de Manuel de Falla: «Es una obra que me permitió entrar en el mundo de la música clásica, algo que no es habitual para una cantaora. Falla se inspiró en el flamenco para hacer esta obra, y la verdad es que me siento nadando en mi propia agua, pero me costó trabajo cantarlo, porque, como no sé música, tuve que aprendérmelo muy bien para entrar en los sitios, y alargar los tercios que tenía que alargar. Y ha sido extraordinario, y gracias a ella he pisado escenarios donde habitualmente no hubiera podido ir».

La segunda parte del recital la dedicará a otra de sus especialidades, a cantar a los poetas, a Juan Ramón Jiménez , Miguel Hernández y García Lorca , una labor en el que reconoce la influencia original de esa otra gran figura desaparecida en los últimos tiempos: «Para mí es muy gratificante cantar a estos poetas, porque antes en el flamenco las letras siempre fueron populares, que son buenísimas, ya que en un verso te pueden resumir toda una vida, pero, también tengo que decirlo, Enrique Morente fue el primer artista flamenco que musicó a los poetas, a Miguel Hernández. Para mí, y supongo que para los demás también, fue un descubrimiento. Fue muy valiente, como todo lo que hizo Enrique. Nos gustó tanto que nos abrió ese camino».