Poemas de Miguel Hernández, cantados por flamencos

«Para la libertad» se abre con el poema del mismo título, que el magistral Miguel Poveda lo convierte en un admirable bolero por bulerías. Todo un reto que el cantaor catalán consume consumar con éxito, tratándose de una composición libre que termina así: «Para la libertad me desprendo a balazos/ de los que ha revolcado su estatua por el lodo./ Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,/ de mi casa, de todo, de todo, de todo».

A reglón seguido, «Nanas de la cebolla», que años atrás grabaría el inmortal Enrique Morente , con la guitarra de Rafael Riqueni, una grabación que supuso el descubrimiento para los flamencos de la poesía de Miguel Hernández, con veros tan cantables naneando como estos: «Una mujer morena,/ resuelta en luna,/se derrama hilo a hilo/ sobre la cuna». En tercer lugar nos encontramos con «Casi nada», poema que Duquende entona por bulerías. Continuamos escuchando el CD y surge Pitingo convirtiendo en una armoniosa malagueña el titulo «La boca». «El pez más viejo del río» es el motivo que le valió al admirado Camarón de la Isla, para dejar grabados unos fandangos tan jondísimos como brillantes.

En sexto lugar, «El sol, la rosa y el niño», interpretado el poema hernandiano por Carmen Linares mediante los aires de los fandangos de Huelva, de una manera logradísima en la forma y el decir. A continuación, Los Karmona entonan un bolero desde el poema «Carta». Y Arcángel afronta por fandangos huelvanos de su tierra «Todas las casas tienen ojos». Le sigue el Grupo Almería por tangos con «Como un pozo». «Antes del odio» es el poema escogido por José Enrique Morente para cantar por granaína. Y cierra el volumen Lucía Izquierdo, por rumba flamenquísima, sobre los versos de «Estoy a gusto con mi herida». En definitiva, los flamencos cantan a Miguel Hernández y mantienen viva la significativa importancia de su poesía.