Razonablemente libres

Razonablemente libres

Virginia Nicholson recibió este nombre en memoria de su tía abuela Virginia Woolf, hermana muy querida de Vanesa Bell, de quien ella es, lógicamente, nieta. No llegó a conocer a la célebre escritora porque murió cuando ella contaba seis años. De su abuela sí guarda ... recuerdos y de hecho posee algunos de sus cuadros. La evoca como la persona que le contaba muchas historias o que, si quería que posara, el cuento tenía que ir de nieta a abuela, (un buen sistema para que se mantuviera quieta), y así obtener un premio de seis peniques.

Acerca de la autora de «Al faro» le dijeron que era divertida, muy distinta «a la percepción que la sociedad tiene». Padecía un trastorno bipolar que la llevaba de la alegría a depresiones profundas que la condujeron al suicidio. Pero la familia y los amigos disfrutaron de su carácter vivaz. Fue una mujer que vivió muy al límite. Su genialidad fue una de las piezas del puzzle de su existencia y de su enfermedad». ¿Fueron Vanesa y Virginia libres? «Al menos razonablemente sí. Tenían suficiente dinero para cuidar de sí mismas».

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