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ABC Cultural

Notas del espía mayor

La hetaira Friné y el presidente Sánchez

Cuando la belleza te puede salvar de la impiedad… o no

Praxíteles descubre a Friné en el Areópago Jean-Léon Gérôme
Javier Santamarta del Pozo

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Dicen que algo es clásico cuando se convierte en atemporal. Como lo son los mitos clásicos. Mitos y leyendas que surgen y existen a lo largo de todo el globo y en todas las culturas. La nuestra, mal que les pese a algunos, es ... greco-romana y judeo-cristiana. Y lo es para todos, aunque no seamos ya griegos, ni romanos, ni judíos, ni cristianos. Que aquí vamos todos de modernos y de ir pregonando que no creemos en nada, pero acabamos haciendo bautizos civiles, y nos pegamos porque a una unión civil se le denomine «matrimonio» como si fuera lo más de lo más como adquisición de derechos, cuando tal palabra en su sentido tiene de todo menos eso, ya que aludía a la obligación (monium) de la mujer casada a tener hijos y ser madre (mater). Pero es que los ritos al final son tan necesarios en la sociedad como las historias, fábulas y cuentos de los antepasados, para reconocernos como sociedad. Pero no nos metamos en (más) jardines. Vamos a recordar el de la hetaira Friné, allá por el siglo IV antes de Cristo, en aquella Atenas de Praxíteles, autor de muchas de las maravillas marmóreas que hoy admiramos pelín rotas.

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