«Los extranjeros sacan lo mejor de mí»

El propio cineasta, que confirma haber rechazado varias ofertas tras el éxito de «El orfanato», rememora el día que se presentó en el despacho de Paolo Vasile, consejero delegado de la cadena de televisión: «Las caras allí fueron un poco como de sorpresa, la película era una locura, pero la confianza que han tenido siempre en mí hizo que pudiéramos hacerla».

Emocionante historia real

La historia nace de una historia real ocurrida en medio de la tragedia. «Cuando la escuché por primera vez», cuenta Bayona, «la persona que me la contó se emocionó muchísimo. Entonces se la conté yo a mis padres y también me emocioné. Hay algo en ella, más allá del contexto, que conmueve. Intenté averiguar por qué ocurría eso y me centré en la relación de esos personajes, aunque al ser una tragedia tan reciente había que ir con mucho cuidado».

Naomi Watts —hay que soltarlo ya: su rostro fue esculpido por un genio que no olvidó dotar de singular fortaleza a una criatura de aspecto tan frágil— corrobora la emoción que le produjo el guión: «En cuanto leí las tres primeras páginas me quedó claro que no era una película de catástrofes, sino algo mucho más humano, sobre las incertidumbres de la vida. Después de leerlo entero, quedé en Nueva York con el director, a quien ya conocía por “El orfanato”. Mi personaje me pareció conmovedor y comprobé que compartía con el director la misma visión. Cuando repasamos la historia lloramos, que creo que es una actividad muy española. Tenía claro que tenía que hacer el papel».

No solo ella. Ewan McGregor también se subió al caballo, por el que han apostado compradores de todo el mundo, hasta el punto de que las ventas anticipadas ya cubren el 70 por ciento del presupuesto, el secreto mejor guardado en la Ciudad de la Luz. Junto a las estrellas internacionales, claves para conseguir la financiación, destacan en el reparto el pequeño Tom Holland, que viene de protagonizar en Londres el musical «Billy Elliot», y las españolas Marta Etura y Geraldine Chaplin.

Sin soltar prenda sobre los detalles del guión, que vuelve a ser obra de Sergio G. Sánchez, autor también de «El orfanato», Bayona hace nuevos esfuerzos por definir su película: «Ewan McGregor me dijo que no se parecía a nada de lo que había leído antes. La película va dictaminada mucho por la realidad de lo que sucedió allí. Es un enfrentamiento frente a lo absoluto, lo imposible».

Naomi Watts añade que «es una auténtica tragedia, pero dentro de la historia había que encontrar algo más íntimo, más accesible para que no fuera un documental. Lo importante era retratar las reacciones humanas para capturar al público».

Más allá de los millones de litros, del croma de 11 metros de altura y 110 de longitud, del rodaje en Alicante y en Tailandia, Bayona remarca que desde el principio abandonó la idea de los efectos digitales «para marcar un tono que no fuera de fantasía, sino de representar la realidad». La libertad que da rodar en España es otro factor fundamental: «No sé hasta qué punto podíamos haber rodado este guión en Estados Unidos», asegura. «He tenido la suerte de poder hacer la película en España, con un par de productoras que tienen una visión mucho más europea del negocio. La sociedad americana es mucho más conservadora y seguramente habríamos tenido problemas con un par de secuencias. Esta producción no va tan ligada a aspectos del mercado que seguramente nos estarían encorsetando», añadió.

Pese a la dureza de las condiciones de rodaje, Naomi Watts cuenta que «King Kong» fue aún peor. «De todos, modos, cuando leí el guión de “Lo imposible” me pareció una película muy emocional, que trata temas más humanos, pero en el plató te das cuenta de que es trepidante todo el rato. Quizá sea mi edad», bromeó.

No es la primera vez que la actriz trabaja con directores que hablan español, como Alejandro González Iñárritu («21 gramos») y Rodrigo García («Madres e hijas»). La protagonista de «Promesas del Este» confirma que le encanta «rodar con directores extranjeros». «Sacan lo mejor de mí», dice. «He tenido mucha suerte porque empecé pronto a trabajar con directores importantes, como David Lynch, que no puede ser más americano y respetado por todos, y esto me sirvió de trampolín entre los realizadores. Desde luego, tomo mis decisiones de participar en las películas a partir del director».

El otro actor presente en Alicante es el pequeño Tom Holland. En cuanto abre la boca salta a la vista lo listo que es y que su formación teatral le ha aportado una dicción increíble. «Es mi primera película y he aprendido mucho», afirma el chaval. «Estoy muy ilusionado. Me encanta trabajar con J». Bayona confirma que a veces es difícil que los niños se concentren, pero Tom «es un actor comprometido, con muy buena formación. Verlo trabajar al lado de Naomi y ver cómo se retan el uno al otro es maravilloso. A veces me pedía un toma más y yo le decía: «Venga Tom, no te conviertas en un actor paranoico».