Emilio Aragón debuta en la literatura infantil con la aventura que escribió para sus nietos

Así es en su debut en literatura infantil, 'Telmo Lobo. El misterio del capitán' (Alfaguara). «Creo que era inevitable», relata a ABC. Aragón acostumbra a pasarse a la hora de la cena por la casa de su hija y allí le esperan sus nietos para que les cuente historias inventadas por él. «Mi segunda nieta comenzó a preguntarme por qué no las escribía y así empezó. Me lo tomé en serio», señala el también presentador de programas como 'El gran juego de la oca'. El autor ha ideado un libro de aventuras-fantasía-ciencia ficción que se desarrolla dentro de un clásico, 'Moby Dick'. «Es una matriosca. Y si despierta en algunos el interés, entonces un objetivo conseguido. El otro es que se lo pasen bien leyendo», explica antes de avanzar que ya ha empezado «tímidamente» a trabajar en la segunda parte.

Su experimentada mirada audiovisual ('Médico de familia', 'Pájaros de papel'...) se nota en el ritmo de cada página, en la que también hay guiños a sus nietos, aunque no solo. «Hablan con el padre y con el abuelo en otros mundos. Yo echo mucho de menos a mi padre, y aquí se refleja ese vínculo. Somos una familia que siempre intentamos hacer cosas juntos. Creo que viene porque, al ser emigrantes, hemos ido de país a país juntos. Así creces de una manera especial». Y con un ánimo envidiable, que también impregna el libro y que Aragón compara con el protagonista de 'Días perfectos', de Wim Wenders. «Es muy importante cómo transites por la vida. Pase lo que pase, siempre puedes hacer algo que mejore tu día», incide.

Inquieto y curioso, lo normal es que le coincidan varios proyectos a la vez. «Mi mujer se enfada conmigo muchas veces. Quizá sea un defecto, pero miro el reloj, tengo 66 años y quiero hacer cosas», confiesa. Por eso compagina esta promoción con la de 'Godspell', el musical que dirige y en el que también están Antonio Banderas y Víctor Ullate, y que ahora recala en Barcelona. Se trata de una adaptación del Evangelio de San Mateo: «Aunque es una obra sobre el amor, la puede ver todo el mundo». De nuevo, los valores. «No hay que olvidarlos nunca», zanja.