CRÍTICA DE:
'Arte de Eros': La poética carnal de Juan Hidalgo
Madrid
La galería Adora Calvo reivindica la dimensión erótica del creador canario y la inscribe en una constelación internacional que concibió el deseo como fuerza creadora
Lea otros textos de este crítico
'Rosa, espejo y condón', de Juan Hidalgo
Con una de las poéticas más singulares del arte español, Juan Hidalgo (1927-2018) hizo de lo cotidiano territorio de revelaciones. Su voz fue la de un 'poeta raro': rescataba palabras, sonidos y objetos de su uso común para transfigurarlos en un saber lúdico ... y, al tiempo, trascendente.
La galería Adora Calvo explora una de las vetas más fértiles de su producción: la pulsión erótica –con especial acento en lo homoerótico– que atraviesa su obra desde temprano. Se trata de imágenes que documentan acciones fotográficas en las que, entre la ambigüedad de la insinuación y la franqueza de lo explícito, el espectador es convocado como cómplice de un juego de seducción irresistible.
El comisario, Julio Pérez Manzanares, propone situar a Hidalgo más allá de una narrativa local, inscribiéndolo en una constelación internacional de vanguardia que, en los sesenta, encontró en el erotismo una de sus formas más potentes de resistencia frente a la lógica de productividad y consumo propia de la modernidad tardía.
Este marco puede leerse a la luz de 'Eros y civilización' (1955), de Herbert Marcuse, y más específicamente de la noción de «arte de Eros» formulada por el teórico Jonathan D. Katz: una sensibilidad difícil de encasillar en los estilos de la época, atravesada por el deseo y, sobre todo, por el juego con los géneros, tanto sociales como artísticos.
Esa cartografía incluye nombres tan distintos como Richard Hamilton,Lygia Clark,Andy Warhol,Carolee Schneemann o Yoko Ono, quienes, como Hidalgo, exploraron un arte que politizaba el cuerpo mientras disolvía sus marcas de diferencia. Lo que proponían era, en definitiva, un espacio donde lo íntimo y lo sensorial se convertían en la vía para imaginar una experiencia común: una suerte de comunidad erótica provisional, anterior a los discursos identitarios que pronto fijarían nuevas taxonomías.
Una singularidad decisiva de Hidalgo es haber desarrollado este proyecto en un contexto particularmente hostil: la España franquista, donde la homosexualidad desafiaba tanto la tradición estética como el orden político, hasta el punto de ser perseguida por ley.
Para ver esta página correctamente ve a la versión web
ContinuarSu trabajo se adelantó en más de una década a la emergencia de lo 'queer', y buena parte de los referentes actuales del arte español que investigan las disidencias sexuales no han hecho sino retomar planteamientos que él ya había formulado –en condiciones mucho más adversas– hace más de medio siglo.
Juan Hidalgo: 'Arte de Eros'
Galería Adora Calvo. C/ Epidauro, 53. Las Rozas. Comisario: Julio Pérez Manzanares. Hasta el 14 de noviembre. Cuatro estrellas.
La exposición destaca esta lucidez temprana y arriesgada, mostrando que su proyecto no fue únicamente una declaración de identidad, sino también un gesto político y poético de resonancia universal: la reivindicación del deseo como fuerza creadora y como estrategia de subversión.