Dos asesinas de vodevil en la carretera
Tras pasar ocho meses en la cartelera madrileña, «Chicago» hace las maletas para presentarse en treinta y cinco ciudades españolas. La primera parada, mañana en Bilbao
«Bienvenidos. Damas y caballeros, van a ver ustedes una historia de asesinatos, corrupción, explotación, adulterio y traición: todo eso que amamos y llevamos tan cerca del corazón». Así recibe al público uno de los personajes de «Chicago» en el arranque de este musical, escrito ... por Bob Fosse, John Kander y Fred Ebb, y dirigido por el primero, una de las grandes leyendas del teatro musical y de la danza.
Tras su éxito en Madrid, donde ha permanecido en cartel durante ocho meses, con más de trescientos mil espectadores, que se han dejado cuatro millones y medio de euros en la taquilla. Ha sido, sin duda, una de las contadas excepciones a una pobre temporada teatral marcada por la crisis. Mañana arrancará en el teatro Arriaga de Bilbao, uno de los más hermosos escenarios de España, la gira de «Chicago», que se prolongará durante cerca de un año y que está previsto que visite treinta y cinco ciudades.
La principal novedad con respecto al espectáculo que se ha podido ver en Madrid es su trío protagonista: Marta Ribera encarnará a Velma Kelly, el papel que estrenó Natalia Millán; María Blanco sustituye a Marcela Paoli como Roxie Hart, y Carlos Lozano toma el puesto de Manuel Bandera y encarnará a Billy Flynn, en la que es su primera incursión dentro del género. Ellas dos, sin embargo, son dos figuras muy conocidas y admiradas por los aficionados al musical. Marta Ribera es sin duda una de sus grandes estrellas; ha protagonizado, entre otros, títulos como «West side Story», «Grease», «Jekyll y Hyde» (junto a Raphael), «Hermanos de sangre», «Cabaret» y, más recientemente, «Spamalot». A María Blanco, por su parte, se le ha podido ver últimamente en «40, el musical», y anteriormente en montajes como «We will rock you», «La tienda de los horrores» o «Cabaret».
Chicago, años 20
Ambientada en el turbulento Chicago de los años veinte, la obra tiene como origen las crónicas periodísticas de Maurine Dallas Watkins, una reportera de sucesos que transformó en obra teatral la historia de Beulah Annan y Belva Gaertner, dos asesinas de la época. En esa pieza, estrenada en Nueva York a finales de 1926, vio Bob Fosse el material idoneo para un musical. Junto a John Kander y Fred Ebb, una de las parejas más brillantes del género (son los autores de, entre otras obras, «Cabaret», que Fosse llevó al cine en 1972), convirtió la historia de las dos asesinas en un ácido, descarado y magnético musical. Vio la luz en Broadway en mayo de 1975, y permaneció en cartel durante algo más de dos años.
En 1996, Ann Reinking, la última pareja de Fosse (un hombre con un extenso historial amoroso, del que se confesó en su película «All that jazz», frase tomada precisamente de la canción de arranque de «Chicago»), puso en pie junto a Walter Bobbie una nueva producción de la obra; se trataba en principio de una versión semiescenificada para una serie de conciertos en el City Center neoyorquino titulada «Encores»; pero su éxito animó a sus productores a llevarla a Broadway, donde se estrenó a finales de ese mismo año, y donde permanece todavía en cartel. La producción, coreografiada «al estilo de Fosse» por la propia Reinking, subraya el cinismo y la sed de titulares de la prensa de la época; la facilidad con que se convierte en estrella mediática a una asesina, a la que se arroja al olvido con idéntica sencillez. Todo ello envuelto en un ambiente de una extraordinaria sensualidad y acompañado de espléndidas canciones que recogen el sonido del cabaret y el vodevil de los años 20.
Diecisiete millones
Más de diecisiete millones de espectadores han visto esta producción en distintas ciudades de todo el mundo; por ella, además, han pasado a lo largo de estos catorce años figuras como Melanie Griffith, Patrick Swayze, Ute Lemper, Sacha Distel, Brooke Shields, Robin Givens, David Hasselhoff o el rapero Usher. En España, la obra se estrenó (con una producción diferente aunque completamente inspirada en la original) en 1999, con dirección de Ricard Reguant.
La ausencia de grandes recursos escénicos y el apoyo total en la música, el baile y la palabra son, según subrayan los protagonistas de esta gira española, uno de los principales atractivos de la producción, al tiempo que el mayor reto para los intérpretes. Marta Ribera y María Blanco coinciden en señalar que eso le da «mucha frescura y mucha vida» al montaje; «es una obra para disfrutar, para sentir, pero también para reflexionar y pensar», resume Marta. Para la intérprete gerundense «Chicago» supone la vuelta a los escenarios después de más de un año de descanso motivado por su maternidad. «Estaba impaciente por regresar; la gira de “Cabaret” fue una de las experiencias más intensas que he tenido y estoy segura de que ésta va a ser igual o mejor; uno de los alicientes es volver a trabajar de nuevo con María Blanco. Empezamos casi juntas, es una de las mejores artistas de este medio, y como además también fue madre recientemente vamos a compartir muchas cosas dentro y fuera de escena».
De su personaje, Velma Kelly, asegura Marta que «es una luchadora que defiende a muerte su inocencia. De ninguna manera quiere mostrar en público sus debilidades, y maquina en la intimidad hasta salirse con la suya». María, por su parte, define a Roxie Hart como una mujer «a la que lo que más le interesa en la vida es salir en los medios de comunicación; es una chica soñadora que no lo ha tenido fácil en la vida». El tercer vértice del triángulo, Carlos Lozano, dice de Billy Flynn que «es el mejor abogado de Chicago y un hombre cínico y muy mediático; él trata de sacar partido de la situación y de lograr la libertad de sus defendidas porque eso le reportará mucho dinero y le proporcionará popularidad y nuevos casos».
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