Uno de los tres retratos que pintó Velázquez de la madre Jerónima de la Fuente, a la venta en la feria Tefaf de Maastricht

Stuart Lochhead Sculpture no ha proporcionado ninguna estimación sobre el precio del Velázquez, que se conservó en un convento de Toledo hasta que llegó a manos de una familia madrileña en la década de 1940, la familia Fernández de Araoz Marañón, que ha solicitado a la Junta de Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura un permiso de exportación temporal para su salida a Maastricht, según ha podido confirmar ABC.

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Tanto el Velázquez como el bronce del cuerpo de Cristo cuentan una historia de influencia artística, resonancia espiritual e intercambio cultural que está profundamente vinculada a la vida de dos extraordinarias mujeres de la época moderna temprana: la poetisa mística romana Vittoria Colonna y la monja española Jerónima de la Fuente.

'La venerable madre Jerónima de la Fuente' (1620, óleo sobre lienzo, 150 por 105 centímetros), de Velázquez, es uno de escasos retratos femeninos del catálogo del pintor, que inmortalizó a la religiosa en tres lienzos. Uno está en el Prado. Es de cuerpo entero, como el de la familia Fernández de Araoz Marañón. Ambos proceden del convento toledano de Santa Isabel. Solo difiere entre los dos la posición del crucifijo. Hay un tercero, de medio cuerpo, hoy en la colección Apelles de Santiago de Chile, que muestra el crucifijo en la misma posición que el del Prado, aunque presenta una técnica algo más seca y dura. La prioridad entre ellos no está clara, pero quizás el de medio cuerpo preceda a los otros, que muestran más levedad de pincel, según consta en la información del cuadro en la web del Prado.

La 64 edición del programa 'La Obra Invitada' del Museo de Bellas Artes de Bilbao presentó por primera vez al público en 2021 tres obras del Greco, Velázquez y Goya, que fueron reunidas por Carmen Marañón-Fernández de Araoz (San Sebastián, 1912-Madrid, 2005), hija del doctor Gregorio Marañón. Este reunió una interesante colección de arte, una de cuyas joyas fue el 'Lazarillo de Tormes' (c. 1808-1810), de Francisco de Goya, que fue heredado por su hija Carmen, casada con el político Alejandro Fernández de Araoz, gobernador del Banco de España durante la Segunda República. Heredó de su esposo 'San Francisco en éxtasis' (1594-1604), del Greco, y 'La venerable madre Jerónima de la Fuente' (1620), de Diego Velázquez, una de las pocas obras del maestro sevillano en manos privadas.

El cuadro es uno de los primeros retratos a escala real concebidos por Velázquez y un testimonio de su precoz talento. El joven artista recibió el encargo de pintar el retrato de una intrépida monja que pasaba por su ciudad natal, Sevilla, de camino a uno de los puestos más alejados del vasto imperio español. Zarpando desde Cádiz, cruzó el océano Atlántico, el virreinato de Nueva España y el océano Pacífico para fundar un convento de monjas en Manila, el primero en el Lejano Oriente. En la pintura, Jerónima está de pie sobre un fondo oscuro y mira directamente al espectador con ojos penetrantes.

Sujeta un libro en su mano izquierda, mientras empuña un crucifijo, casi como si fuera un arma, en la derecha. Redescubierto en 2023, se exhibirá junto a la pintura un exquisito molde de un crucifijo de bronce, 'Cristo en la cruz' (c. 1560-70), a partir de un modelo de Miguel Ángel Buonarroti. El molde reflejaría el crucifijo que sostiene la mano derecha de la religiosa. Se sabe que un molde del crucifijo de bronce de Miguel Ángel llegó a Sevilla en 1597. Representaba a Cristo crucificado con cuatro clavos, que finalmente se convirtió en el modelo estándar para la representación de la crucifixión en toda la España barroca y sus colonias. Velázquez habría estado familiarizado con este modelo a través de su tiempo en el taller de su maestro Francisco Pacheco.

La galería londinense comenta que, «al presentar estas obras juntas, pretendemos tejer una narrativa que vaya más allá de lo familiar, observando las conexiones originales entre artistas, mecenas y objetos. Al redescubrir estos hilos, no solo estamos ampliando la historia de cada obra, sino que también los unimos en un diálogo que trasciende el tiempo, la geografía y el contexto. Es un profundo placer y un privilegio único poder hacerlo centrándonos en dos obras maestras indiscutibles. Es raro que una exposición de dos objetos produzca tal riqueza de consideraciones estimulantes, y las increíbles historias que estos objetos nos permiten contar son un testimonio de su valor artístico y cultural».

Stuart Lochhead Sculpture tiene un historial de importantes ventas a museos en Tefaf Maastricht. Entre sus éxitos se incluyen un busto de François Girardon, adquirido por el Palacio de Versalles (2020); una 'Virgen con el Niño' del Renacimiento francés, vendida al Museo de Arte Kimbell (2022), y un raro relieve de terracota de Massimiliano Soldani para el Instituto de Bellas Artes de Detroit (2023). En 2024, el Museo de Arte Wadsworth Atheneum compró un raro molde de 'Marte caminando' de Giambologna.