Así es el Reina Sofía del siglo XXI: entran el 15-M, el feminismo, la ecología y el colonialismo
El director del museo, Manuel Borja-Villel, explica a ABC la relectura integral de su colección, que incorpora 2.000 obras (un 70% inéditas) en 15.000 metros cuadrados y hoy ha inaugurado el ministro de Cultura, Miquel Iceta
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónBajo el título ‘Nueva colección. Vasos comunicantes. 1881-2021’ , el Reina Sofía –un museo joven, que el año pasado celebró sus 30 años de vida– se ha presentado la reordenación casi completa de su colección, que ha inaugurado este mediodía el ... ministro de Cultura, Miquel Iceta. Una relectura integral : 2.000 obras (en torno al 70% inéditas) en 15.000 metros cuadrados, tanto en el edificio Sabatini como en la ampliación de Nouvel. Se han recuperado como espacio expositivo las 22 salas de la Planta A0. Allí se vieron a finales de los 80 importantes exposiciones.
Entre las novedades más llamativas, la incorporación de movimientos sociales como el 15-M y el 8-M, la identidad de género, la emigración, el colonialismo, la ecología, el indigenismo, la especulación inmobiliaria... Ya habían entrado en sus salas el cine y la fotografía. Ahora se incorporan la arquitectura, aunque de momento tímidamente; el teatro y el flamenco.
Manuel Borja-Villel, director del museo desde hace casi 14 años, ve cumplido así un viejo sueño. Pero, ¿era necesario poner patas arriba casi todo el museo? ¿Se había quedado obsoleta la museografía? «Cambiar las cosas para que nada cambie, como decía Lampedusa, no tiene sentido. La última reordenación fue en 2010 . El mundo no tiene nada que ver desde entonces. Además, en 2012 se creó la Fundación Museo Reina Sofía. En poco más de ocho años ha entregado obras por valor de 20 millones de euros. Y ha habido un cambio generacional, con un equipo de conservadores jóvenes muy bueno».
Entre las líneas más importantes de esta reordenación cita Borja-Villel unas cuantas ideas: «Vivimos una época de ‘fake news’, no se sabe qué es verdad y qué es mentira. La historia se ha sustituido por el memorialismo, la historia como sentimiento. Y queremos volver a la historia . Hemos reconstruido unas 27 exposiciones, un ejercicio casi arqueológico. Además, la historia no es algo fijo. Maruja Mallo, por ejemplo, es vanguardia, optimismo, ‘sinsombrero’, pero también Guerra Civil, exilio, años 80... Hay una transversalidad en su obra. Como en las de Tàpies o Chillida. Se reinventan». No se exhibe la colección cronológicamente, ni por escuelas. Se han seguido criterios como los lugares donde se produce el arte : la ciudad, los museos, las galerías, las revistas...
Aunque estaba previsto que el recorrido acabara con Donald Trump , se dio marcha atrás y se decidió que sería mejor hacerlo con un elemento de esperanza, de la mano de dos mujeres artistas de otra generación. Por un lado, Joan Jonas (Nueva York, 1936), con ‘Moving off The Land IV’, de 2019-2020, un trabajo de marcado carácter ecologista, cedido en depósito por Francesca Thyssen, y ocho obras de la recientemente desaparecida Carmen Laffón , que se vieron este año en una exposición en el Jardín Botánico de Madrid. Estaba previsto el proyecto antes de su muerte. Son ocho escayolas de su última serie, ‘La sal’, que han donado Helga de Alvear y Mario Losantos. Un más que merecido homenaje a esta genial artista. Explica Borja-Villel que «Carmen no quería vender esta serie, se la quería quedar. Finalmente, accedió e hizo una pieza más para ella».
La nueva colección permanente del Reina Sofía se ha estructurado en seis series, episodios o microrrelatos . Algunos se han ido presentando en los últimos meses. El recorrido se cierra con ‘Un barco ebrio: eclecticismo, institucionalidad y desobediencia en los 80’, que gira en torno a la Documenta de Kassel de 1982 , dirigida por Rudi Fuchs (planta A0), y ‘Dispositivo 92. ¿Puede la historia ser rebobinada? y ‘Éxodo y vida en común’, que reúnen el arte más actual (desde los 90 hasta hoy) en la planta A1. Dentro de seis meses, este espacio volverá a acoger exposiciones temporales.
El director del Reina Sofía explica a ABC el porqué de esta reordenación y sus claves. Comenzamos por las ausencias, que las hay y muy sonadas . Jaume Plensa ni está ni se le espera. De Antonio López , ni rastro. ¿El público entenderá que en 15.000 metros cuadrados no haya sitio para dos de los artistas españoles vivos más populares y cotizados? Explica Borja-Villel que «tener una sala del realismo de los años 50 quedaba un poco anacrónico. No tenía mucho sentido. Ahora no está Antonio López, pero estamos trabajando para que esté de otra forma que no sea la tradicional: realismo sí/realismo no. Quiero evitar estas categorías. Carmen Laffón aparece de otro modo que me parece más interesante».
¿Y en el caso de Plensa? ¿Por qué no está? «Porque no cuadra... Es imposible hacer todo en todo momento». Tampoco están nombres como Guillermo Pérez Villalta . En cuanto al Equipo Crónica, se dijo que no estaría, pero finalmente sí aparece. « Un museo no es un panteón inamovible de hombres o mujeres ilustres . Al contrario, la colección se ordena de acuerdo a discursos y relaciones. A veces un artista no encuentra su lugar en un contexto, otras no contamos con la obra adecuada. Las razones por las que se incorpora o no a un artista en una determinada presentación son diversas. En esta ocasión, por ejemplo, autores con los que he trabajado, como Hans Haacke, James Coleman o Martha Rosler, no están presentes. Es evidente que no siempre se puede mostrar todo. La coleccion del Reina es, sin embargo, muy dinámica y en la última década se ha ido incorporando una gran variedad de artistas y prácticas, y seguirá así en el futuro. Que un artista u obra no estén representados ahora no quiere decir que no lo estén en los próximos años», apostilla.
Miquel Barceló aparece, en el entorno de la Documenta de Kassel de 1982, pero con una sola obra: ‘Nu pujant escales’ (Desnudo subiendo unas escaleras), de 1981. «Nos ha costado mucho conseguirla. Es un depósito que me gustaría mantener», comenta Borja-Villel. Es propiedad de la colección Estrany de la Mota de Barcelona. Las obras del mallorquín propiedad del Reina Sofía se hallan en sus almacenes o en Moncloa. El artista protestó porque una de sus obras, ‘L’atelier aux sculptures’, hacía las veces de telón de fondo en las reuniones del Consejo de Ministros . ¿Qué opina de la polémica? ¿Le llamó el artista? «No. Es un cuadro que se vendió al Estado. Incidentalmente por el Covid, se reúnen allí, pero es una sala noble, de representación. Allí han estado Miró, Tàpies, Teresa Lanceta...».
Hay pocas salas monográficas en el nuevo Reina Sofía. Borja-Villel ha querido evitar las «capillitas» . Sí contarán con espacio propio Gutiérrez Solana (‘La tertulia del Café de Pombo’, que Trapiello echaba de menos en un durísimo artículo, no colgaba entonces porque estaban actualizando los espacios) y Gómez de la Serna , con sus 'Greguerías' (21 ilustradas para 'Blanco y Negro', de la Colección Museo ABC), al igual que Eduardo Arroyo y Luis Gordillo , con sendos proyectos expositivos, e Isidre Nonell , con una pequeña sala centrada en la mujer. «Maruja Mallo podría haber tenido una sala propia (hubiera sido lo fácil), pero se habría diluido su transversalidad».
La c ocapitalidad cultural Madrid-Barcelona , tan en boga en la era Iceta, tiene su reflejo en las salas del museo. Así, se destaca el papel de las galerías Dalmau de Barcelona, pionera de las vanguardias, que propició grandes exposiciones de cubismo y surrealismo; pero también el de la célebre galería Vijande de Madrid, con la primera exposición de Juan Muñoz (presente con cinco obras), junto con trabajos de Carmen Calvo, Susana Solano, Luis Gordillo, Alexanco, Zush...
Los feminismos han sido uno de los caballos de batalla de Borja-Villel desde su llegada al museo. « No es una cuestión de cuotas, sino otra forma de entender el mundo », advierte. En las salas que acogen el arte de las tres últimas décadas, se exhibe la obra de 40 mujeres, 44 hombres y 17 colectivos/archivos. El porcentaje de presencia femenina en la colección ha aumentado un 8% de forma global. En general, las artistas están integradas junto con sus colegas masculinos en la colección, salvo excepciones, que cuentan con sala propia. Es el caso de las mujeres pop («trabajaban literalmente a la sombra, había que hacer un gesto; son extraordinarias») y las mujeres de la vanguardia histórica : Margarita Nelken, Manuela Ballester...
Latinoamérica ha sido otra constante en estos años. No solo está presente el arte de los años 60, sino también la resistencia ante las dictaduras o el indigenismo : «Hay una generación de jóvenes artistas, gente muy enraizada que reivindica su cultura. En la lengua maya no existe la palabra arte, como la concebimos, sino que tiene que ver con la sanación, la naturaleza, la ecología...»
En cuanto a la Guerra Civil , ¿estarán presentes los dos bandos? Van a mirar con lupa este espacio, advertimos a Manuel Borja-Villel. «Está Renau , pero también Giménez Caballero », dice. Y sonará la voz de Franco en el NODO. «Hay un ejercicio histórico, recogemos todo aquello que tiene interés». El tema del exilio y los éxodos ocupa un lugar destacado. «Ser emigrante, ser de muchos lugares, de ningún lugar... es una asignatura pendiente en España», advierte Borja-Villel. Del doloroso exilio tras la Guerra Civil, a los éxodos y migraciones actuales. ¿Se abordan Lesbos o la crisis en la frontera entre Bielorrusia y Polonia? «No, responde Borja-Villel. No es un trabajo documental. En el caso de Walid Raad , con el Líbano y el Mediterráneo, es ficción. No sabes si es verdad o mentira. Jorge Ribalta aborda la historia de Carlos V, pero lo hace como un historiador con visión periférica. Y Dora García nos habla de la segunda vez de algo, pero no sabemos cuál fue la primera. Hay artistas que abordan el éxodo de su propio trabajo o de su propia vida».
Los colonialismos están representados con el año 1992, la Expo de Sevilla y la celebración del V centenario del Descubrimiento de América: «Nuestro 92 es lo que en el resto del mundo fue a finales de los 80, cuando empieza la multiculturalidad. Europa es una provincia. Incorporamos en la colección una reflexión sobre cómo vemos otras culturas, la colonialidad...» ¿Está reflejado en la colección el derribo y la decapitación de estatuas como la de Colón o de quienes tienen un pasado esclavista? Frente al memorialismo y el exceso de sentimentalismo, Borja-Villel destaca «la importancia de la historia. Colonialismo y violencia están ligados. Es importante descolonizar nuestra mente. La pintura religiosa colonial tenía claramente una función llámala evangelizadora, llámala propagandística». ¿Es partidario de que el Reina Sofía revise su pasado colonial? «Revisar siempre, pero bien hecho. En Barcelona se retiró hace unos años la estatua del empresario y mecenas Antonio López y López, primer marqués de Comillas. ¿Por qué tiene que tener un monumento? Puedo entender que la gente no quiera verlo. Pero si lo retiras, lo que haces es ocultar la historia . Como historiador no se debe ocultar nada».
Entra en el nuevo Reina Sofía el tema de la especulación inmobiliaria , de la mano del escritor Rafael Chirbes y su obra ‘Crematorio’ , que se muestran en una vitrina, junto con artículos y fotografías. También, el cartel de ‘Huevos de oro’, de Bigas Luna , con un Javier Bardem palpando sus atributos. Artistas como Rogelio López Cuenca han abordado este asunto. En el centro del debate, ciudades como Valencia y Benidorm. «No se trata de ser partidista, sino de cómo se ha reflejado», advierte Borja-Villel. También entran en las salas movimientos sociales como el 15-M (se exhiben carteles, pasquines y pancartas del Archivo 15-M) y el 8-M, o el desastre del 'Prestige' y la crisis del chapapote , en una sección dedicada al papel protagonista de las protestas en plazas y calles, con carteles, pancartas..., así como la ecología , que preocupaba a los artistas mucho antes de que Greta Thunberg llegara a nuestras vidas.
Aunque no hay una sala dedicada a la Movida como tal, sí hay espacio para el punk , la música de Alaska y los Pegamoides, las Vulpes o Glutamayo Ye-Yé , la sala Rock-Ola ... Y el sida , primera pandemia de la era contemporánea, que tantas vidas se llevó, como las del artista español Pepe Espaliú y el brasileño José Leonilson.
Entre las piezas destacadas que salen de los almacenes del museo, la ‘Araña’, de Louise Bourgeois . ¿Por qué no se había expuesto antes? «No le encontraba el contexto». El núcleo de la colección del Reina Sofía es, indiscutiblemente, el ‘Guernica’ y el pabellón de la República en la Exposición Internacional de París de 1937, donde se exhibió por vez primera la obra maestra de Picasso. Además, se ha reconstruido el pabellón de Coderch. «El siglo XXI era una asignatura pendiente personal. Introduje el cine, la fotografía y ahora la arquitectura», advierte Borja-Villel. ¿Daría entrada en el museo a los arquitectos estrella : Foster, Nouvel, Gehry, Zaha Hadid y compañía? «Sí. Me gustaría abordar algún día el tema de los museos, que están hechos por arquitectos estrella».
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete