La Policía impide a Banksy realizar una de sus obras en Nueva York

Esta situación ha defraudado a sus seguidores que seguían con pasión, diariamente, las andanzas de Banksy en las calles de Nueva York , donde se ha comprometido a colocar una pieza diaria durante el mes de octubre , dentro de su proyecto «Mejor dentro que fuera».

El agente de Banksy no ha querido hacer ningún comentario al respecto del rótulo de ayer, de acuerdo al diario citado anteriormente. Pero esa no ha sido la única anécdota ocurrida en las últimas horas.

La esfinge del charco de Queens

El gran teatro del mundo desfila alrededor de las piezas de este artista. Una de sus últimas obras, una «Esfinge» realizada con material de construcción usado y que fue levantada en un rincón de Queens el pasado martes, ha sido ya desmontada. Apareció el día 22, en mitad de un charco en un solar bastante cochambroso. El propietario del lugar en el que Banksy levantó esta escultura retiró, ni corto ni perezoso, la obra tan solo unas horas después de haber sido instalada. Fue subida a un camión para su venta.

Al dueño del solar, Bernardo Vélez, y a su socio, Elías Peña, ya les han ofrecido 50.000 dólares por la «Esfinge» , y han corrido rumores de que la habían puesto en manos de un cartel de galeristas, extremo que ellos han desmentido.

Un ladrillo con el número de la bestia

Pero el circo no acaba ahí. En la web de subastas ebay ha aparecido uno de los ladrillos al precio de 666,69 dólares. El vendedor es John Mofloski, y no es casual que la cifra coincida con el número de la bestia: 666.

«Los que se llevaron la escultura están malditos»Para Mofloski, que recuperó el ladrillo del lugar donde Banksy había instalado la «Esfinge» y que lo vende como «una pieza original de una escultura de Banksy», el número de la bestia es el adecuado en esta venta, porque «cualquiera que lo compre es malo» y «los que se llevaron la escultura están malditos».

Pero Bernardo Vélez no debe estar de acuerdo, como tampoco cree que haberse llevado la escultura sea un robo: «Si Banksy no denuncia el robo, entonces no ha sido robada».

Probablemente, a estas horas el graffitero debe sonreír desde algún rincón de la Gran Manzana , mientras planea su próxima acción artística y trata de burlar a la Policía para seguir alimentando su imagen de artista callejero inescrutable y brillante. Aunque para la policía y para sus críticos sea un vándalo.

Aquí, los vídeos colgados por Banksy desde Nueva york