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ABC Cultural

Rescatan la memoria de Julio Caro Baroja, en el décimo aniversario de su muerte, exhumando el álbum familiar

José García Velasco cree que es oportuno recuperar hoy la figura de Julio Caro Baroja «por su tolerancia, su amor por una España plural y su falta de prejuicios»

JAIME GARCIA Pío Caro Baroja, ayer junto a un retrato de su hermano Julio

NATIVIDAD PULIDO

MADRID. Siendo niño, Julio Caro Baroja solía acudir a la Plaza de Santa Ana y compraba, con el dinero que le daba su abuela, figuritas de barro para un Belén. Representaban la sociedad popular. Fue ésta la primera razón por la que decidió, ... años más tarde, ser etnógrafo. Ese Belén -con más de 140 figuras (hasta nueve grupos de Reyes Magos, y no un Niño Jesús, sino dos, uno de ellos camuflado), 22 casas de cartón y tres óleos sobre tabla como paisaje de fondo, pintados por el propio Julio Caro Baroja para sus sobrinos- sólo había salido una vez de Itxea, la casa familiar de Vera, para exponerse en Navarra. Ahora vuelve a hacerlo como uno de los tesoros de la exposición «Memoria de Julio Caro Baroja», organizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y el Centro Cultural Conde Duque, en cuya sala Pedro Ribera han quedado instaladas más de doscientas piezas.

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