Primera visita a la 'Ciudad Perdida' de Luxor y su conexión con la paternidad de Tutankamón

El enclave de Per-Hai , La Ciudad de la Alegría en egipcio antiguo, se conocía desde principios del siglo XX. De ahí que el rotundo anuncio de Hawass generara controversia en las redes sociales. Ciertas partes de la urbe ya habían sido excavadas con anterioridad, pero ahora, el equipo de Hawass ha dado por primera vez «con parte de un barrio septentrional intacto e inédito del que probablemente sea el conjunto urbanístico más grande de todo Egipto», explica Francisco Martín, director de la excavación de Amenhotep Huy , gobernador en la época del citado faraón . Se calcula que tendría alrededor de 250.000 metros cuadrados y una extensión de cinco o seis kilómetros.

En cualquier caso, el hallazgo es de gran importancia, ya que permitirá arrojar luz sobre un importante periodo de la historia del Antiguo Egipto que todavía permanece en sombras: La Revolución de Amarna , la primera de carácter religioso de la historia y en la que muchos ven el origen del monoteísmo . «Solo han encontrado la punta del iceberg », señala Martín. De hecho, las excavaciones continuarán durante unos años más ya que, de acuerdo con Hawass, la ciudad se extiende hacia el oeste y el norte. «La información que se puede obtener de ahí es riquísima. La excavación de esta ciudad requeriría por lo menos cinco o diez misiones internacionales para extraerla. Para mí, tendría que ser objeto de un proyecto de salvación monumental , porque está amenazada por el crecimiento de la población actual», advierte el arqueólogo. «Ya hay una parte que ha desaparecido por los cultivos», ratifica Bedman.

A juicio de los egiptólogos españoles, se trata de una gran zona de talleres y de cocinas, una especie de barrio apartado de lo que debería ser la gran ciudad del faraón. «Lo que han encontrado es el extrarradio donde estaban las fábricas. Han desenterrado al menos dos de ellas», especifica Bedman.

El área estaba cerrada y a ella se accedía a través de una sola puerta porque todo lo que se manipulaba dentro era material de valor (animales para su sacrificio, piedras semipreciosas para los amuletos...). «Estaba consagrada a elaborar todo lo necesario para celebrar el tercer Heb-Seb (jubileo) del faraón en el año 37 de su reinado», afirma el científicos. Hay talleres de orfebrería y de joyería, cocinas, despensas y almacenes o bodeguitas para depositar estos productos manufacturados. De ahí la abrumadora cantidad de objetos encontrados: desde cerámicas, amuletos, moldes de barro, sellos de piedras semipreciosas...

La construcción de las cocinas es muy peculiar. «Hay muchísimas diseñadas con unos muros en zigzag . Es interesante porque es la primera vez que se encuentra algo así en Egipto. Me ha dado la sensación de ser una fábrica donde cocían el alimento que fuese y después, en el mismo sitio, lo envasaban. Han encontrado las jarras con las inscripciones de lo que contenían, quién lo había hecho y la fecha en la que se había elaborado», indica la científica, que también recoge que «era un sitio al que la gente iba a trabajar».

Otra de las cuestiones que también ha acaparado la atención es que todo el lugar parece abandonado de manera súbita . «Una de las hipótesis es que, acabada la celebración jubilar, el material que no se llegó a consumir se guardó allí. Al estar considerado como sagrado, por estar dedicado a esta importante fiesta del rey, el lugar se selló con adobe. Se quedaba así para siempre», señala Martín. Bedman apunta otra posible causa de que estas pequeñas estancias estuvieran completamente cerradas: «La muerte del faraón. Pero eso lo tendrán que determinar cuando se hagan las investigaciones», insiste esta especialista.

Además, el conjunto descubierto «da la confirmación de que Amenhotep III y Amenhotep IV (que más tarde cambió su nombre a Akenatón ) reinaron juntos durante un largo tiempo. El comunicado emitido por Hawass dice por dos veces que hubo corregencia», apunta Martín. El asunto no es baladí, la paternidad de Tutankamón está en juego.

Esa tesis comenzó a fraguarse a finales del siglo XIX, pero no se había encontrado ninguna prueba y generaba una gran controversia. En 2013, Martín y Teresa Bedman encontraron en las excavaciones de la tumba del visir los cartuchos con jeroglíficos con los nombres de ambos faraones en el año 30 del reinado de Amenhotep III, lo que, según la tradición egipcia, quiere decir que estaban reinando conjuntamente . Sin embargo, como señala el egiptólogo, «la comunidad científica admitió el hallazgo, pero se calló. No dijeron que no, pero tampoco que sí ».

«El conjunto descubierto ahora da la confirmación de que ambos reinaron juntos», indica el científico, que prosigue: «La parte más notoria de las conclusiones de recortar esos años la cronología tradicional sería que se podría colocar a Tutankamón dentro de un contexto cronológico que permite que hubiera sido hijo de Amenhotep III » y no de Akenatón.

Para ello argumentan que se realizaron pruebas de ADN a las momias de Amenhotep III, la de Tutankamón y la KV55, que algunos apuntan como los supuestos restos de Akenatón. No obstante, «de los 16 marcadores del genoma nuclear requeridos para la prueba se manejaron solo ocho, por el estado de las momias», asevera Martín. Por ello, de acuerdo con estos egiptólogos, los resultados no son absolutamente fiables . «A pesar de que Amenhotep III, KV55 y Tutankamón comparten la misma línea de ascendencia parental , no se ha podido probar incuestionablemente que esa línea de ascendencia tenga que ser Amenhotep III, abuelo, KV 55, padre y Tutankamón hijo. También sería admisible desde el punto de vista de la egiptología molecular, Amenhotep III padre, KV 55 hijo de Amenhotep III y hermano de Tutankamón», especifica el arqueólogo.

«Como no son exactas científicamente, estamos en derecho de acudir a las referencias arqueológicas. Estas dicen que Tutankamón deja registrado en el Templo de Luxor , entre otros sitios, que él continúa las obras de su padre, Amenhotep III », prosigue este especialista.

La madre biológica del faraón niño apoya también esta teoría. «Hawass realizó las pruebas de ADN a la denominada 'Joven Señora' , que arrojaron que esta mujer de unos 20-22 años era la madre biológica de Tutankamón . Esa misma prueba puso de manifiesto que era hija biológica de la otra momia que se encontró en el mismo sitio, Tiy, esposa de Amenhotep III. Sabemos arqueológicamente que en el año 30 de su reinado el faraón se desposa con su propia hija Sitamón, por lo que todo apunta a que se trate de la 'Joven Señora'», indica Teresa Bedman.

Por todo ello, «desde un punto de vista histórico arqueológico estamos en condiciones de proponer seriamente la paternidad de Amenhotep III para Tutankamón », concluye Martín, que señala que con esa corregencia, «vamos a comprender y resolver cuestiones como relaciones de familia, políticas, religiosas, que conforman un enfoque completamente nuevo de un periodo tan importante de Egipto, como es el de Tutankamón y Akenatón, que tanto interés despierta para público y ciencia».