El Códice regresa este viernes a la Catedral compostelana
El debate se centra ahora en si son, o no, necesarias más medidas de seguridad. Alarmas, códigos en las puertas de acceso a las zonas sensibles, avanzados sistemas de videovigilancia...son algunas de las medidas implementadas en el último año
e. m. p.
Abierta aún la investigación por el robo, el Códice Calixtino, que hace hoy un año desaparecía de la Catedral Compostelana sin dejar rastro, volverá mañana viernes a su lugar de origen : una cámara acorazada en el interior del templo con nuevas medidas de ... seguridad. Un refuerzo en el que llevan tiempo insistiendo desde el Cabildo de la Catedral y que ahora ha sido posible gracias a la estrecha colaboración que durante estos 365 días, desde que se anunciara su hurto, han mantenido con la Policía. El robo del facsímil –el más antiguo de los que se conservan en la actualidad, data del siglo XII- no ha hecho más que precipitar la implantación del plan de seguridad previsto, incluido en el Plan Director de la Basílica, tal y como explica a ABC Ramón Izquierd o, director del Museo Catedralicio.
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No están dispuestos a pasar de nuevo por el calvario que han vivido durante el último año , ante la incertidumbre de que esta joya estuviera en manos de quién no fuera consciente de su valor; incalculable. Aprendida la lección, apuntan que cualquier medida de seguridad será poca. Si bien, en el interior del templo todo está a punto para el esperado regreso.
Regresa el manuscrito a su cámara acorazada en el interior del templo
Alarmas, códigos en las puertas de acceso a las zonas sensibles, avanzados sistemas de videovigilancia, son algunas de las medidas implementadas durante este tiempo. Izquierdo no quiere dar más pistas, asegura que cualquier precaución dado lo acontecido es poca. Sin profundizar, señala que son medidas que no solo protegen el templo ante posibles robos o incendios, sino también a los fieles que cada año lo visitan en la capital compostelana. A través de las pantallas se seguirá minuto a minuto todo lo que pase en la Catedral.
En la sala donde se custodia el Códice, cuyas pobres medidas de seguridad desataron la polémica los días posteriores al robo se han ido solventado, conscientes sus responsables de que lo que en otros tiempos era totalmente válido requiere ser actualizado. Modernos sistemas tecnológicos que suponen un avance importante que no será sufiente. Aún queda mucho por hacer, asegura el director del Museo. Mientras, desde el Cabildo advierten que “ningún museo puede garantizar que allí no va a pasar nunca nada”. “Hemos de continuar ofreciendo una seguridad básicamente fiable, de modo que obras tan valiosísimas por su antigüedad y calidad se encuentren seguras en el lugar donde se muestran”, agregan.
Antecedentes
Las primeras reacciones al robo dirigieron todas las miradas hacia la falta de medidas de seguridad acordes al valor del Liber. El protocolo de consulta de este tipo de obras obliga a un estricto control de las visitas, que en el caso del Códice no existía. Se llegó a comentar, aunque nadie lo ha confirmado, que el día del robo la llave estaba puesta en la caja en la que se guardaba. Tampoco se supo si las cámaras de videovigilancia instaladas lograron captar la imagen del autor del robo. En este escenario, el deán de la Catedral, José María Díaz, presentaba su dimisión como archivero mayor asumiendo la culpa.
Hasta su regreso oficial, el documento permanece en una caja fuerte en dependencias policiales, donde se le están practicando pruebas periciales que confirmen su estado.
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