El archivero de la Secretaría de Estado afirma que «Pío XII era, en realidad, el Papa de Roosevelt»
El Vaticano ha puesto dieciséis millones de páginas del pontificado a disposición de los investigadores
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Iniciar sesiónCon motivo del Día de la Memoria, que conmemora este miércoles el 76 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, el jefe del Archivo Histórico de Relaciones con los Estados en el Vaticano ha salido al paso de una leyenda falsa que ... afirma que, en realidad, Pío XII era «el Papa de Roosevelt», por la relación de amistad que mantenían durante los años de la Segunda Guerra Mundial.
Johan Ickx, historiador e investigador belga, lleva décadas trabajando en varios archivos del Vaticano y se ha convertido en un especialista mundial en los esfuerzos de Pío XII por ayudar a los judíos desde su etapa como responsable de Asuntos Exteriores de la Santa Sede, antes de su elección como Papa en 1939. Su documentada investigación ha sido publicada en «Le Bureau. Les juifs de Pie XII», que pronto saldrá a la luz en español.
El esfuerzo de Pio XII por salvar la vida a decenas de miles o más probablemente cientos de miles de judíos amenazados por Hitler le valió calurosos agradecimientos públicos de personalidades de todo tipo, desde Albert Einstein a la primera ministra Golda Meir .
Sin embargo, hoy sigue pesando más la propaganda soviética contra el Papa, extendida popularmente por el drama «El viario» junto con algunas películas y novelas que han terminado acuñando el tópico de «el Papa de Hitler».
En declaraciones a medios de comunicación del Vaticano, Ickx asegura que «ese es otro aspecto de la ‘leyenda negra’ sobre Pío XII que queda desmontado por mi libro . Durante décadas cierta propaganda nos lo presentó incluso como el ‘Papa de Hitler’, pero los documentos estudiados nos lo devuelven más bien como el Papa de Roosevelt».
Hasta el punto, afirma el historiador, de que «el cardenal Tardini, secretario para los Asuntos extraordinarios, aparece incluso irritado por la familiaridad con la que el presidente estadounidense se dirigía a Pacelli. Para la burocracia vaticana esa relación tan estrecha era insoportable y las cartas personales de Roosevelt a Pío XII, que escapaban a los protocolos diplomáticos habituales, eran realmente insólitas».
Contra la persecución racial
El esfuerzo de Eugenio Pacelli en favor de los judíos comenzó, durante su época como responsable de Asuntos Exteriores del Vaticano y se hizo visible mediante una carta del cardenal Gasparri fechada el 9 de febrero 1916 en respuesta a la petición de ayuda del Comité Judío Americano de Nueva York, ante la persecución racial que se manifestaba ya durante la Gran Guerra.
Según Ickx, «los periódicos de las comunidades judías estadounidenses se hicieron eco de ella, definiéndola con satisfacción como una verdadera ‘encíclica’. En el texto se define literalmente a los judíos como ‘hermanos’ y se afirma que sus derechos deben ser protegidos como los de todos los pueblos. Esta fue la posición explícita de la Santa Sede cuando Eugenio Pacelli ocupaba el cargo de Ministro de Asuntos Exteriores: los judíos son hermanos que deben ser respetados como cualquier otro pueblo».
El historiador subraya que «este es el primer documento en la historia de la Iglesia católica y de la Santa Sede que expresa este principio y – casualmente –esas son las palabras que encontramos en el documento ‘Nostra Aetate’ del Concilio Vaticano II, publicado en 1965».
Según Ickx, «estos son precisamente los principios que, en mi opinión, Pío XII aplicó durante décadas en su Pontificado al enfrentarse al gran desafío del nazismo y luego del comunismo».
Millones de páginas para estudiar a Pío XII
Aunque la pandemia ha retrasado la actividad, los especialistas podrán comprobarlo, pues el papa Francisco puso a disposición de los investigadores el pasado 2 de marzo de 2020 los dieciséis millones de páginas del pontificado de Pío XII (1939-1958) conservados en todos los archivos del Vaticano.
Tan solo el archivo de la Secretaría de Estado –muy voluminoso en la época de la Segunda Guerra Mundial y el comienzo de la Guerra Fría, pero que es una pequeña parte del pontificado– ha requerido 68 volúmenes de índices.
Los archivos del Vaticano fueron ya cribados por cuatro historiadores jesuitas que publicaron entre 1965 y 1981 once gruesos volúmenes en francés titulados «Actes et documents du Saint Siège relatifs à la Seconde Guerre Mondiale (ADSS)».
Pierre Blet, el último en fallecer, declaraba en 1999 a ABC que esos volúmenes documentan la ayuda de Pio XII hasta el punto que «al final de la Guerra se lo agradecieron públicamente muchos líderes judíos. El rabino jefe de Roma, Israel Zolli , se bautizó cristiano en 1945 y tomó el nombre de Eugenio como homenaje».
Según Blet, «a la muerte de Pío XII, la primera ministra de Israel, Golda Meir, escribió que ‘Cuando el terrible martirio se abatió sobre nuestro pueblo, la voz del Papa se alzó a favor de las víctimas’».
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