Las entidades que promueven el proceso independentista de Cataluña preparan desplazamientos a Valencia para tomar parte de la manifestación convocada por Acció Cultural del País Valencià (ACPV) con motivo del 9 de octubre.

La Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural (las dos organizaciones que han dado cobertura a la deriva secesionista del presidente catalán, Artur Mas) pretenden extender el proceso secesionista al ámbito de los «Países Catalanes», en los que incluyen a la Comunidad Valenciana.

Dentro de esta estrategia se encuadra su adhesión a las manifestaciones que organiza ACPV tanto el 9 de octubre (festividad oficial de la Comunidad Valenciana) como el 25 de abril, cuando la entidad conmemora la batalla de Almansa y la abolición de los Fueros.

La manifestación que cada año convoca ACPV el 9 de octubre tiene un marcado sesgo catalanista y supone una suerte de contraprogramación a los actos oficiales que organiza el Gobierno valenciano.

Este año, además, la celebración tiene lugar a un mes de la consulta secesionista convocada por Artur Mas en Cataluña, por lo que la marcha, que en años anteriores ya defendió el «derecho a decidir» , se presenta como una escinificación de respaldo al proceso independentista.

En este sentido, la Asamblea Nacional Catalana, en cuya «hoja de ruta» se contempla la posibilidad de una «unión federal de Cataluña con los diferentes territorios de los Países Catalanes», se adhiere a las «movilizaciones del 9 de octubre en el País Valenciano, como parte de una misma nación que lucha por su liberación».

Al grito de «viva la unidad y la solidaridad entre los Países Catalanes», la entidad «saluda con entusiasmo los signos de renovación y de movilización de los sectores populares favorables al derecho a decidir y encaminados hacia un futuro independiente y libre».

Apoyo recíproco

Estas tesis entroncan con las que defiende el líder histórico del catalanismo en Valencia y fundador de ACPV Eliseu Climent, quien ha vaticinado un «efecto dominó» del proceso independentista ya que a su juicio, la Comunidad Valenciana está «más cerca de Cataluña y sus aspiraciones». A pesar de estos postulados, la capacidad de convocatoria de ACPV (que cuenta con el respaldo de sindicatos y partidos políticos de la oposición) resulta tan escasa que requiere de apoyo externo para nutrir sus manifestaciones. Así, en los últimos años, sus «socios» de Òmnium Cultural han fletado autobuses desde diferentes puntos de Cataluña para favorecer la asistencia de manifestantes en Valencia, especialmente en las marchas convocadas con motivo del 25 de abril.

Òmnium Cultural forma parte, junto a ACPV y la Obra Cultural Balear, de la Federación Llull, una entidad que tiene como objetivo «promover un futuro compartido para los Países Catalanes». Del mismo modo que las entidades de Cataluña preparan desplazamientos a la Comunidad Valenciana, ACPV fletó autobuses el pasado 11 de septiembre para asistir a los actos independentistas programados con motivo de la Diada catalana.

Los vínculos entre ambas organizaciones van más allá del respaldo concreto a sus respectivas movilizaciones y ha dado paso a una estrategia política. Así, en una charla organizada por Òmnium Cultural el pasado día 19, Climent explicó que la Comunidad Valenciana «está preparada» para emular el proceso catalán ya que, según resaltó, se ha experimentado «un profundo cambio». Al respecto, ACPV ha puesto en marcha un campaña de «movilización social» para promover un «cambio político» en la Comunidad Valenciana y ha brindado su apoyo al PSPV, Compromís y Esquerra Unida para lograrlo: «Visto en perspectiva, hace cincuenta años el País Valenciano estaba en absoluta descomposición y se ha rehecho, en parte, a pesar del PP».