La llegada del mes de agosto ha vuelto a introducir a la provincia de Alicante en las rutas de las mafias de la inmigración ilegal. Tras varios meses sin que ningún cayuco arribase al litoral de la Costa Blanca, los primeros días del mes «estrella» para el turismo de sol y playa han vuelto a inundar las costas alicantinas de pateras.

En un solo fin de semana las Fuerzas de Seguridad han interceptado hasta tres pateras intentando tocar tierra en Alicante, después de que el miércoles pasado llegase la primera embarcación de 2014 a Santa Pola. Así, en cuestión de cuatro días han llegado al litoral de la Comunidad Valenciana más del triple de inmigrantes que en todo 2013. El año pasado, una patera con ocho personas a bordo llegó a Torrevieja en diciembre, tras todo un año sin cayucos. En cambio, con los interceptados ayer, son ya 30 los inmigrantes que intentan entrar en España a través de las costas alicantinas durante 2014. Es más, solo en esta semana han sido interceptados más inmigrantes que en los dos últimos años, cuando la cifra se quedó en 22 personas en total.

Según fuentes de la Guardia Civil, las dos primeras pateras fueron detectadas de madrugada por una embarcación de tránsito, que dio el aviso al 112 poco antes de las 4.00 horas. La alarma movilizó a efectivos del Instituto Armado, de Salvamento Marítimo y de Cruz Roja. Los dos cayucos, con diez personas a bordo, fueron interceptados cerca de Torrevieja y del Pilar de la Horadada. De entre los detenidos, dos varones aseguraron ser menores de edad, según las mismas fuentes.

Todavía no habían culminado los trámites relativos a la detención de estas diez personas –que fueron trasladadas a las dependencias de la Guardia Civil en Torrevieja–, y a media mañana se informaba de la llegada de otra patera con nueve personas más. De nuevo, dos de ellas manifestaron tener menos de 18 años, aunque este extremo no está confirmado.

Desde 2007

De esta forma, el recuento de inmigrantes interceptados cuando intentaban llegar a Alicante ascendía al cierre de esta edición a 19 personas, a las que cabe añadir las 11 interceptadas el miércoles en aguas de Santa Pola.

El fenómeno de la inmigración ilegal regresa así con fuerza a la Comunidad Valenciana, donde comenzó en 2007 con un fuerte incremento en los años siguientes, antes de convertirse en esporádico en los dos últimos años. El efecto disuasorio de los radares del SIVE –con una larga trayectoria de errores desde que entraron en funcionamiento en 2008– parece haberse esfumado en los últimos días, mientras el buen tiempo anima a las pateras a poner rumbo a Alicante.