medio ambiente
La CHJ intensifica la limpieza de cauces y barrancos ante el riesgo de gota fría
Los municipios solicitan permisos para acometer por sí mismos o junto a la Diputación labores de desbroce y preparación de sus zonas
El alto riesgo de que la Comunidad Valenciana sufra lluvias torrenciales este verano como consecuencia del sensible incremento de la temperatura del mar ha motivado que se extremen las precauciones en los cauces y barrancos pertenecientes a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Especialmente en la provincia de Alicante, donde distintos municipios trasladaron a través de la Diputación hace unas semanas su preocupación en una reunión mantenida con Isabel García Tejerina, ministra de Medioambiente.
Aunque las actuaciones de desbroce y limpieza son habituales durante la época de estiaje de cara al otoño, este año se han intensificado ante las previsiones de un adelanto de la habitual llegada de la gota fría, no descartada para finales de julio o agosto. Todo unido a la ya de por sí alta probabilidad de incendios y la capacidad propagadora de la vegetación y basura que se suele acumular en algunas zonas. Las labores realizadas han consistido fundamentalmente en desbroce de flora invasora, eliminación y poda de arbolado obstructivo, retirada de basuras, escombros y árboles caídos, así como la recolocación de piedras en escolleras y muros.
En la provincia de Alicante, muchas de las actuaciones ya se han llevado a cabo, pues cuando se diseñó el programa de limpieza y acondicionamiento de cauces de esta temporada se decidió empezar por esta provincia conscientes de sus necesidades. El Barranco de Guerri, en Murla; el río Girona y el Barranco Bolata, en Sanet y Negrals; el río Girona a su paso por Beniarbeig; el Barranco de Albardanera, en Pedreguer; así como Barranco Rajadel y Barranco Derramador, en Benidorm, son las zonas en las que primero se han realizado.
Permiso a municipios
No obstante, debido a la imposibilidad de se pueda llegar a tiempo a todos los rincones, muchos municipios han solicitado ayuda a la Diputación de Alicante para reforzar el número de efectivos disponibles en las tareas, así como la concesión de un permiso que ha de gestionar directamente la Confederación Hidrográfica del Júcar. En este sentido, fuentes del organismo manifiestan su total disponibilidad a autorizar tanto a Ayuntamientos como Administración Provincial para acondicionar las zonas en las que sea necesario intensificar los trabajos.
No es la primera vez que esto ocurre, pues ya el año pasado la Diputación de Valencia, a través de las brigadas forestales de la empresa pública Imelsa, se puso al servicio de los ayuntamientos de la provincia para limpiar los barrancos que acumulaban maleza y suciedad con el propósito de evitar inundaciones y estancamientos de agua o lodos.
La entidad provincial, que dispone de más de 500 brigadistas y de material especializado para realizar las tareas de acondicionamiento en barrancos de monte y de río, también recibió peticiones por parte de los ayuntamientos para realizar intervenciones inmediatas que recibieron el correspondiente permiso de la CHJ.
Las inundaciones, las sequías y los incendios forestales son las principales amenazas por fenómenos naturales que perciben los miembros de la comunidad académica de la Universidad de Alicante (UA), según un informe publicado en la revista científica de Investigaciones Geográficas que edita el Instituto de Geografía de la propia UA.
Ya el año pasado, el período comprendido entre los meses de junio y agosto fue de los más húmedos en la Comunidad Valenciana, con una precipitación media de 89,7 litros por metro cuadrado, algo más del doble de lluvias que el promedio 1971-2000 y un 30% sobre lo considerado «normal».
El incremento de la temperatura del Mediterráneo en los últimos años con motivo del cambio climático prevé hasta 25 grados en las aguas de la costa levantina, por lo que un embolsamiento de aire frío en la atmósfera provocaría fuertes precipitaciones.

