«Le Figaro» analiza la «nostalgia» de Monarquía de los franceses

El diario francés «Le Figaro» analizó este viermes la «nostalgia» francesa de la Monarquía, en una columna de opinión y una entrevista al experto Frédéric Rouvillois. «Francia, que está fatigada, necesitaría un rejuvenecimiento similar al de sus vecinos del sur», reflexiona en la columna Pierre Rousselin, para quien, a diferencia de otras monarquías europeas, en España el derecho al trono «no cae por su peso», por lo que Felipe VI ha heredado un trono que «deberá merecer».

Una foto de la nueva pareja real española, junto a la ya extinta formada por el presidente francés, François Hollande, y Valérie Trierweiler, ilustra además la entrevista realizada a Rouvillois, profesor de Derecho Público y autor de libros como «Crimen y utopía, una nueva encuesta sobre el nazismo».

Para el escritor, existe en Francia «una nostalgia consustancial a la dimensión sentimental que posee la Monarquía», que va más allá «del poder de fascinación» que ejercen los reyes y las reinas y reposa en la propia naturaleza de ese régimen.

«La dimensión familiar de la Monarquía permite a los individuos identificarse profundamente con sus dirigentes, a los que se percibe como parientes lejanos», asegura Rouvillois, para quien esa familiaridad y continuidad son garantes de «certezas y de referencias sólidas que faltan en un régimen republicano».

Según el experto, «la República es un régimen abstracto donde nadie gobierna porque todo el mundo gobierna», por lo que ese «instinto monárquico del pueblo no es simplemente una nostalgia, sino la intuición fundamental de la necesidad de límites».

A su juicio, esta quinta República francesa, iniciada en 1958, «constituye incontestablemente un sustituto de la Monarquía», y su mantenimiento, estabilidad y legitimidad en el tiempo se deben a haber sido «una combinación de República y Monarquía».