Psicología
Cómo actuar con personas que tienen depresión
Si alguien cercano sufre depresión, esta es la forma en la que debes actuar
Cómo actuar con personas que tienen depresión.
La depresión es una de las afecciones de salud mental más comunes y afecta a aproximadamente 280 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es más, los propios psicólogos reconocen que se trata de uno de los ... cuatro problemas que más atienden en sus consultas especialmente desde que el Covid-19 se instaló en nuestras vidas y más concretamente a raíz de los meses que pasamos en casa, cuando el mundo se paró.
Alguien que tiene depresión clínica puede experimentar una amplia gama de síntomas , desde cambios de humor hasta dolores físicos y fatiga. En cambio, la lista puede ser mucho más extensa si preguntamos a Lucía Feito, psicóloga general sanitaria y experta en terapia familiar y de pareja en Instituto Psicológico Cláritas: «Cada persona es única y los síntomas pueden afectar de forma distinta, al igual que se pueden manifestar diferentes en frecuencia e intensidad mientras se padece el trastorno». Algunos de ellos son, tal como enumera:
1. Sentimientos intensos y duraderos de tristeza, vacío o desesperanza que tienden a manifestarse con una frecuente necesidad de llorar .
2. Las personas con trastornos depresivos reconocen que se sienten irritables y manifiestan sentimientos intensos de frustración ante acontecimientos o situaciones que no corresponden con esa intensidad de reacción o, incluso, sin motivo aparente.
3. La apatía es uno de los síntomas más característicos y que se viven con mayor malestar de en los trastornos depresivos. Esto quiere decir, que la persona deja de sentir interés o disfrute con actividades de su vida diaria que antes le agradaban, por ejemplo, actividades de ocio, aficiones o hobbies, deporte, etc.
4. Llevado a su extremo más grave las personas sentirán que «todo les cuesta muchísimo», es decir, sienten mucho cansancio y fatiga , y cualquier actividad de su rutina y vida diaria supondrá un gran esfuerzo, incluso levantarse de la cama.
5. Consecuencia del punto anterior, las personas alimentan así sentimientos de culpa o inutilidad, se quedarán presos de acontecimientos del pasado en los que se han equivocado, cometido errores o fracasos, y así comienza un torrente de críticas y autorreproches que no le ayudan a mejorar y avanzar, alimentando la desesperanza.
5. Por otra parte, las personas con ansiedad a menudo tienen dificulta para concentrarse en las tareas, conversaciones, mantener la atención , pensar, recordar cosas o tomar cualquier decisión serán verdaderos retos. Todo esto suele ir acompañado de una gran lentitud, no sólo a nivel cognitivo sino a nivel corporal también.
6. A menudo aparecen otros síntomas o problemas asociados como trastornos en el sueño , en la alimentación (experimentando bruscos cambios de peso), e incluso, problemas físicos como dolores de cabeza, estómago, musculares, etc.
7. Los problemas depresivos suelen ir de la mano con sintomatología ansiosa , por lo que es bastante frecuente que se experimente intranquilidad, ansiedad o agitación.
8. Por último, las personas pueden tener pensamientos frecuentes relacionados con la muerte , el suicidio e incluso llegar a intentarlo o hacerlo.
Cómo actuar ante la depresión
Pese a que no seamos nosotros mismos los que suframos la depresión, seguramente alguien cercano y a quien queremos sí esté lidiando con este problema. Para saber cómo actuar y tratar a estas personas, la psicóloga Elena Carpio, del Hospital Vithas, indica que siempre ayuda que las personas cercanas «se muestren disponibles (por ejemplo, con un 'estoy aquí') y sensibles al dolor emocional de la persona que sufre depresión ».
Según cuenta, se puede apoyar de varias maneras: ofreciendo espacio para el desahogo (sin juzgar, ayudando a que la persona exprese y canalice sus emociones), animando/proponiendo realizar algo con lo que antes la persona disfrutaba (a pequeñas dosis, sin presionar), acompañándole a terapia y dejarse orientar por el terapeuta, participando así en su proceso de recuperación...
La psicóloga experta en depresión Lucía Feito, por su parte, comparte algunos consejos: «Existen muchos recursos para apoyar y aconsejar a las personas que forman parte de la persona depresiva, y es necesario que sepan qué es lo que le sucede a la persona depresiva y cómo pueden relacionarse con ella de la mejor manera posible». Algunos consejos que ofrece son los siguientes:
Lo primero es aceptar lo que le está ocurriendo a la persona depresiva, para sí poder adaptarnos y ayudarla de la mejor manera posible. «No nos gusta ver a las personas que queremos sufrir, pero cuando estas patologías se presentan en nuestras vidas, bien sea de manera directa o indirecta, debemos aceptar que hay cosas en nuestra relación que van a cambiar, que será un proceso lento y que no debemos tener reacciones extremas de al principio tener una amabilidad desmesurada para meses más tarde retirar nuestro apoyo porque estamos agitados. Debemos saber gestionar nuestra energía de un modo adecuado», cuenta.
Es importante que una vez aceptemos lo que está sucediendo nos informemos bien acerca de los síntomas de la depresión y en lo que consiste este trastorno: «Hay que ayudar a la persona a reconocer y hacerle ver lo que le está ocurriendo», dice Lucía Feito. Lo cierto es que es bastante frecuente que la persona no lo vea, o que sienta vergüenza incluso. Algunos consejos que nos pueden ayudar en este paso son, según la experta, hablar de nuestra preocupación por él, no señalar constantemente sus síntomas o reacciones, sino hablar desde nuestra preocupaciones y ganas de ayudarle, para que no se sienta señalado. «Por otro lado, hay que explicar que la depresión es un trastorno mental , y hay que ponerse en manos de profesionales», señala, añadiendo que es fundamental desmitificarlo y «normalizarlo como cualquier otro problema de salud».
«Por último, mostrarle nuestro apoyo, ayudarle a trazar un plan de acción, buscar un profesional. Así que, sé parte de la solución, acude a sesiones familiares o de pareja, acompáñale a consulta. También suele ser un apoyo importante ayudar a estas personas en el cuidado personal, como comidas, sueño o intentar que se mantengan con un mínimo de actividad, aunque estén con falta de energía», comenta.
Además, estate atento al empeoramiento de los síntomas, y en caso de que haya un deterioro significativo, apoyarse en los profesionales, por ejemplo, hablando con el médico, psicólogo o psiquiatra. «Considero importantísimo que en el cuidado de la otra persona no nos desgastemos a nosotros mismos, es decir, debemos sentirnos bien con nosotros mismos para poder ayudar al otro, por lo que es fundamental que midamos nuestras energías, pues esta suele ser una enfermedad larga y debemos acompañar a lo largo de todo el proceso, es por ello que cuidarse uno es el primer paso para cuidar a los demás», concluye.
Noticias relacionadas