Cómo actuar con personas que sufren ansiedad

Realmente, todas las personas tenemos ansiedad , que no es más que un mecanismo que se activa en nuestro cuerpo cuando detecta un peligro. El problema llega cuando la ansiedad aparece ante un peligro que no es real o tiene baja probabilidad de ocurrencia.

En resumidas cuentas, tal como dice Laura Fuster , psicóloga clínica y experta en este trastorno, ante la misma situación, unas personas desarrollan un problema de ansiedad y otras no: «Por ejemplo, a una persona le ataca un perro y desarrolla una fobia y otra, en esa misma circunstancia, lo interpreta como algo aislado».

En palabras de Christophe André, médico psiquiatra y psicoterapeuta, asíc como autor de 'Cómo tratar con personalidades difíciles', toda persona razonable presta atención a los riesgos en su vida de vez en cuando, pero para las personas ansiosas «es como si nunca apagaran su radar de riesgo»: «Para ellos, el mundo está lleno de amenazas y, ¡a veces tienen toda la razón!», cuenta.

«Las personas que sufren ansiedad mantenida en el tiempo sobreestiman los posibles peligros. Es cómo si tuvieran un radar activado constantemente en busca de todo lo malo que podría pasar», comenta Fuster. El problema es que el 90% de nuestros pensamientos negativos nunca llegan a cumplirse. Por ello, las personas con ansiedad gastan mucho tiempo y esfuerzo anticipando posibles situaciones que nunca suceden , con el desgaste físico, mental y emocional que esto conlleva.

Por tanto, alguien que sufre ansiedad vivirá lo siguiente, según la psicóloga:

1. Generalización : un peligro concreto se amplía y pensamos que siempre va a pasar lo mismo. Por ejemplo, sufro el ataque de un perro grande y a partir de ahí, todos los perros, sin importar raza o tamaño, me dan miedo .

2. Evitaciones : cuando algo nos da miedo tendemos a evitarlo, esto hace que el miedo sea cada vez mayor. En el caso de la fobia a los perros la persona puede evitar los parques porque sabe que los puede encontrar.

3. Escapes : cuando tenemos ansiedad en una situación buscamos enfrentarla con 'salvavidas'. Esto hace que no enfrentemos la situación al 100% y la ansiedad no baje. Por ejemplo, pasar por parques siempre acompañada.

4. Atención selectiva : cuando sufrimos un problema de ansiedad, nuestra atención se focaliza en todo lo que tiene que ver con él. Esto hace que el peligro esté mucho más presente de lo que debería. En el ejemplo del miedo a los perros, detectar los ladridos aunque estén muy lejos.

5. Sesgo de confirmación : «Tenemos tendencia a seleccionar la información que se ajusta a lo que pensamos. En el ejemplo, reuniremos las pruebas de que los perros son peligrosos y desestimaremos todo lo que nos indique que los perros son buenos», cuenta la psicóloga.

Me encanta eso que se dice de «ningún 'tranquilízate' tranquilizó nunca a nadie», así que... ¿qué debemos hacer si alguien con quien estamos sufre un ataque de ansiedad en ese preciso instante?

«Si realmente se trata de un ataque de pánico, necesitarán terapia profesional y, a veces, tratamiento médico. Inmediatamente, permanezca cerca de ellos, muéstreles cómo respirar más lentamente con una breve parada al final de cada expiración, intente distraer su atención y, si es posible, guíelos hacia un lugar tranquilizador para ellos.», aconseja Christophe André.

Necesitamos, por tanto, que se tranquilice para que pueda entender que, seguramente, no va a pasar nada malo en ese momento y lo que teme tenga una solución.

«Si intento dar consejos en ese momento la persona no me va a escuchar. Por el contrario, puede sentirse incomprendida y se aumente su malestar», alerta Laura Fuster , que anima a que actuemos de la siguiente manera.

- Empatizar : intenta entender por lo que está pasando esa persona y muestra comprensión.

- Validar : la persona debe sentir que lo que siente está bien. Puedes decir frases como 'es normal que te sientas nervioso ahora mismo'.

- Escuchar : a veces nos empeñamos en dar consejos cuando sería suficiente con prestar atención a lo que nos dice la persona.

- Acompañar : puede ser suficiente con estar al lado de la persona en una actitud empática.

Por el contrario, evitemos decir:

'Te alteras por nada'.

'Estas exagerando'.

'Eres demasiado sensible'.

'Otra vez con lo mismo'.

'Tranquilízate, que no es para tanto'.