Setas

Las oportunidades que nos brindan son variopintas: pueden incluirse como ingrediente de una salsa, formar parte de los «picatostes» de una sopa o de una crema, incluirse en un revuelto con otras verduras o con huevo, servirse de acompañamiento para carnes (y pescado) o, incluso, formar parte de lasañas, tartaletas y empanadas.

La experta en nutrición y colaboradora de ABC Bienestar, Catalina Prieto , cuenta una curiosidad sobre este alimento, pues, aunque lo encontremos en la sección de vegetales del supermercado, ¡no podemos clasificarlo como tal! «Los hongos son organismos eucariotas que se clasifican en su propio reino. A diferencia de las plantas, estos no tienen clorofila , por lo que no pueden producir su propio alimento, adquiriendo sus nutrientes por absorción liberando enzimas digestivas en el medio ambiente que ayudan en este proceso», explica.

Los tipos de setas son tantos, que incluso podemos encontrar algunas variedades tóxicas . Por ello, si tenemos gusto por recoger setas en el campo (una práctica de lo más otoñal), es importante tener mucho cuidado. Entre las variedades más comestibles, es posible que la más destacada, por su común y repetido uno en la cocina, sean los champiñones . Estos no solo son una opción culinaria económica, sino que también son de los más versátil. Tal como explica Catalina Prieto, pueden ser ideales para carpaccios y ensaladas, guisos, rehogados, rellenos de pastas, acompañamiento de arroces, hamburguesas vegetales, pizzas, tortillas...

Desde la «Fundación Española del Corazón», dejan unas recomendaciones a tener en cuenta a la hora de comprar y consumir setas:

- Su alto contenido de fibra las convierte en un alimento de difícil digestión, por lo que es mejor consumirlas en pequeñas cantidades y a la hora de la comida.

- Compra solo las setas que se comercializan en mercados regulados .

- Fíjate que estén bien envasadas y/o identificadas.

- Elige las que no estén manchadas , arrugadas ni pegajosas.