Albahaca

Originaria de climas tropicales, se desarrolló en África y en el sudeste asiático. Fue precisamente a través de la India como llegó a Europa hace más de 2.000 años. Así, la albahaca consiguió asentarse en todo el Mediterráneo . Desde siempre se ha utilizado en la cocina pero también en rituales y como planta medicinal. Al parecer, los egipcios la usaban en sus rituales de embalsamamiento por su fragancia.

Actualmente se ha producido una auténtica explosión en la producción de la albahaca gracias a su cultivo en invernaderos. En ese sentido puede cultivarse en casa como planta de interior ya que necesita estar protegida del frío y con varias horas de exposición al sol, controlando los cambios brucos de temperatura.

El recetario italiano es uno de los que incorpora esta planta con más asiduidad, no en vano, es uno de los ingredientes principales del pesto verde , junto a los piñones, el parmesano y el aceite de oliva. También es muy común en las salsas de tomate o en los guisos de carne.

Uno de sus usos actuales, más allá del culinario, es el de repelente de mosquitos y puede ser tóxica para sus larvas. Además es eficaz para ahuyentar a moscas así que se puede aromatizar el hogar manteniendo lejos a los insectos de manera natural.

Lo recomendado es guardarlas en el frigorífico, húmedas y envueltas en papel absorbente dentro de una bolsa. Las hojas deben estar firmes y de color verde brillante, sin manchas o quemadas.

A la hora de usarlas, hay que incorporarlas a la receta en el último momento.