Fogosa «Carmina Burana», por La Fura

La creatividad de La Fura es inquieta, transgresora . No tiene prejuicios cuando abre una nueva vía de trabajo. Últimamente está experimentando de manera muy pautada en el ámbito sinfónico con creaciones centradas en el ámbito videográfico. El año pasado impactaron en Valencia con un trabajo fastuoso de la trilogía romana de Ottorino Respighi.

Otra propuesta suya se centra en el oratorio « Carmina Burana» de Carl Orff que se ha presentado en el Festival de Música de Canarias en el Auditorio Alfredo Kraus. En total cuatro son las citas junto a las de Tenerife para esta edición y todas ellas con las localidades agotadas.

En el torrente imaginativo de La Fura hay una máxima esencial. El respeto absoluto hacia la música, a la partitura, para construir desde la misma. De esta manera edifican poderosas imágenes en un discurso visual ajustado perfectamente a la misma, sin salirse del guión en ningún momento.

La exaltación procaz sobre la que se sustenta la colección de poemas sobre la que Orff crea su cantata escénica, se adapta como un guante al lenguaje furero, a su opulencia carnal y fogosa. La mezcla de la exaltación satírica y cierta ingenuidad didáctica cobra fuerza en la versión ondulante de La Fura, en sus impactantes efectos videográficos, en la salvaje y sorprendente actuación del colectivo y los cantantes.

El coro, formado por el Orfeón Pamplonés y el de la Filarmónica de Gran Canaria , se forjó a los requerimientos de la escena con convicción y entrega, al igual que el elenco de solistas volcados en el el concepto global de la obra como espectáculo, más que en una perfección vocal que no llegó en muchos pasajes.

Pedro Halffter se movió como pez en el agua en este maremagnun furero y arrancó a su orquesta, la Filarmónica de Gran Canaria, una prestación notable, llena de brío e inspiración melódica. Al final, interminables ovaciones y un público en pie que aclamó el espectáculo. Una vez más, han dado en la diana.