Luz verde entre lágrimas al plan de ajuste «Salva-Italia»

Rodeado de cinco ministros, Mario Monti explicó en rueda de prensa el plan del gobierno que denominó «decreto salva Italia» . Pero antes lanzó un mensaje dirigido a los «ciudadanos italianos», para explicarles que la crisis «es gravísima».

En síntesis, el plan de ajuste del Gobierno Monti, que tiene como ejes el «rigor, crecimiento y equidad social». Sin duda, el mayor peso en los sacrificios corresponderá a las clases medias. De ahí que los sindicatos hayan coincidido al expresar duras críticas porque «las medidas golpean solo a los trabajadores y jubilados».

La reforma de las pensiones es el capítulo más delicado. Para dejar el trabajo serán necesarios 42 años de cotización para los hombres y 41 para las mujeres (actualmente son necesarios 40). Se alarga también la edad de jubilación, hasta los 66 años (en la actualidad, para las mujeres en el sector privado se sitúa en los 60 años). La convergencia entre hombres y mujeres se alcanzará en el 2018, es decir, 8 años antes de lo que preveía la reforma del gobierno de Silvio Berlusconi.

Las pensiones superiores a los 935 euros quedan congeladas. El objetivo declarado es llegar a los 70 años dentro del próximo decenio. Con esta reforma, el gobierno Monti espera recuperar unos 5.000 millones de euros.

La ministra del Trabajo, Elsa Fornero , al explicar la reforma de las pensiones, el más polémico del decreto del Gobierno, se emocionó y se echó a llorar , al anunciar la congelación de la pensiones. «Hemos tenido, y nos ha costado también psicológicamente, pedir un sacr...». La ministra no terminó la frase en que se refería a la congelación de pensiones. La palabra pasó entonces a Mario Monti.

El gobierno Monti ha reintroducido una tasa municipal que había eliminado Silvio Berlusconi: El impuesto de bienes inmuebles (ICI en italiano), incluyendo la segunda o tercera casa. Será un impuesto diversificado, según la tipología de las casas, y permitirá recaudar unos 5.500 millones de euros.

Se introduce igualmente un a tasa sobre los bienes de lujo , como barcas, aviones privados y coches con una potencia superior a los 170 caballos. Los gastos superiores a l.000 euros (actualmente en 1.500) no pondrán pagar en efectivo.

Ante las caras atónitas de sus interlocutores durante el fin de semana, que le pedían medidas menos duras para los ciudadanos, el primer ministro italiano describió un panorama apocalíptico: «Quizás no os dais cuenta. Italia tiene pocos meses de vida. Si no intervenimos de inmediato, vamos a la quiebra. No lograremos pagar los salarios de los funcionarios públicos y en todo el país se paralizarán los autobuses y tranvías. Será una catástrofe». El sentido de las palabras del profesor Monti era muy claro: «o se acepta o se rechaza, no hay otra opción».