La venta de viviendas se despeña hasta mínimos históricos

Según los datos publicados ayer por el INE, las ventas cayeron en octubre el 17,7% en tasa interanual, hasta 27.198 inmuebles, la cifra más baja desde que comenzó a elaborarse esta serie, en 2007. La caída en tasa intermensual es del 24,6%. La estadística de transmisiones inmobiliarias de Fomento, también conocida ayer, refleja del mismo modo una caída interanual de las ventas del 26,3% en el tercer trimestre, que contrasta con el aumento del 27,7% del segundo.

El desplome de la vivienda nueva, un 55,6%, arrastra las cifras. De hecho, la cifra total de operaciones, 79.233, supone también el peor dato registrado desde el inicio de esta publicación, en 2004. Respecto al anterior trimestre, el descenso fue del 48,3%, dato que contrasta con el aumento del 43% entre abril y junio.

Hay que recordar, como explica Miguel Ángel Alemany, director general de pisos.com, que las estadísticas de Fomento proceden del Colegio del Notariado y recogen el número de compraventas formalizadas en escritura. Mientras, los datos del INE son de los registradores de la propiedad, que «siempre irán con dos o tres meses de retraso respecto a la firma con el notario». Así, esta estadística correspondería a operaciones de finales del verano.

Pero al margen de cualquier asidero coyuntural, las cifras han caído como un jarro de agua fría invernal en el sector. Pedro Pérez, presidente del G-14, el grupo que aglutina a las principales inmobiliarias, aseguró a Ep que los datos «siguen la tendencia prevista», aunque «son más abultados de lo que se preveía». Pérez está convencido de que la anticipación de las operaciones por la desaparición de la deducción fiscal se comenzarán a notar en las estadísticas de diciembre y, sobre todo, enero y febrero.

Lo que pueda pasar después dependerá de si la niebla de la incertidumbre comienza al fin a disiparse. En este sentido, el presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios, José Manuel Galindo, enumeraba ayer a ABC tres factores para explicar la «sorprendente» caída. En primer lugar, «la inestabilidad en los mercados financieros» ha generado «una situación de desconfianza que se ha trasladado a las familias». Las medidas de ajuste del Gobierno, que habrían provocado «una mayor restricción en la inversión y crédito», y el repunte del Euribor hicieron el resto.

Alemany da más claves de futuro: «En el mercado de la vivienda un precio atractivo es condición importante, pero para que la operación se cierre son necesarios otros factores. La situación económica personal marca el ritmo». «La confianza del consumidor hacia el mercado inmobiliario se fortalece con un trabajo estable. Sin esa premisa, la financiación es tarea complicada, porque las entidades mantienen una postura realmente conservadora ante la gestión del riesgo», concluye.