Julio Mengod «El himno del PP es vulgar y el del PSOE, el mío, romántico y ético»
Compositor y Premio Talento 2008
-¡Lalaaaan-lalalalalalala-lalaaaa!
-Ahora que usted me lo tararea, compruebo que sí, que conocemos de sobra el himno del PSOE. Pero tarda más en venir a la cabeza que el del PP.
-Salvando las corcheas y semicorcheas, se aproxima al Himno de ... la Alegría de Beethoven.
-¡No necesita usted abuela!
-Es que mi música, para mí, es maravillosa.
-Por eso no le gustó mucho lo que dijo en esta misma página sobre el himno socialista el autor de la música de los de Rajoy.
-Dijo que su himno se puede tocar con violín y que el mío no lo recuerda nadie y necesita orquesta y coro. Pues claro. Porque el suyo es muy popular y muy vulgar al mismo tiempo. Y el mío, ético y romántico.
-¿Cuándo se lo encargaron?
-En 1982, con Felipe González. Más adelante hubo un intento de liquidarlo, aquella vez en la que cambiaron también el emblema de la rosa por una especie de alcachofa. ¿Te acuerdas?
-Perfectamente. En efecto, hubo un «momento alcachofa».
-Quitaron mi música y pusieron otra que duró seis meses. Enseguida me volvieron a llamar, para pedirme que recuperara el himno, pero modificado. Que se pareciera pero que no fuera igual. La cabecera tenía que ser la misma.
-De joven ingresó en plantilla de TVE como ambientador musical. ¿Le ha tocado el ERE?
-¡¡No!! Yo me he jubilado como tiene que ser, a los 65 años. Mejor dicho, no me he jubilado, sino que he pasado a cobrar la pensión, porque estoy muy joven. Es la pura verdad. Son los genes.
-Y le acaban de premiar.
-¡Con el Premio Talento de la Academia de Televisión! Soy el primer músico que lo recibe.
-Lo merece. ¿Qué sería la tele de nuestra vida sin usted?
-Ya lo dije al recoger el trofeo: «Una televisión sin música es como Zaragoza sin la Virgen del Pilar». Como soy maño, fue lo que me salió. Y lo sé bien porque he compuesto las sintonías de «Los chiripitifláuticos», «Zoo loco», «El kiosco», «Quién sabe dónde», «Tendido cero», «La España salvaje», la serie que presentó el Príncipe, y otras muchas. Y ya desde fuera de TVE he terminado la música de «Los ríos de España».
-En «El kiosco», precisamente, debutó ante las cámaras su hija Verónica, hoy popular presentadora y actriz.
-Igual que a mí nadie me puede quitar este humor, ella nació así. ¡Guapa!
-También ha creado el himno de la Expo de Zaragoza.
-¡Y terminé poniéndoles a caldo! ¡A uno le llamé tiparraco! Con el tiempo saldrán ahí a la luz trampas y maletines, como en lo de Sevilla. Se han gastado dinerales y, ¿para qué? A mí me dieron 80.000 euros, como autor de la música, y luego la versión cantada por Montserrat Martí sólo se puso una vez. Y ni siquiera se ha hecho un disco ni de esta ni de la interpretada por Daniel Zueras, de la segunda hornada de OT.
-Le veo lleno de vitalidad. ¿Qué será lo próximo?
-En Zaragoza me han encargado un poema sinfónico de conmemoración de los 200 años de la Guerra de la Independencia. ¡Un proyecto precioso! Y tremendo, porque ahora en diciembre se cumplen dos siglos desde que allí echamos a los franceses, pero en enero ellos volvieron y, casa por casa, destrozaron todo. Y también estoy haciendo un poema de amor de los amantes de Teruel.
-¡Es más que profeta en su tierra!
-Me quieren mucho y aprecian lo que hago con esa inteligencia natural que tienen los maños, no los que vivimos aquí, sino los que allí siguen. Soy de Albarracín y de niño no hacía otra cosa que perseguir jilgueros hasta que un día me atrapó un sonido. Era la banda y me dije «¡yo quiero esto!». Desde entonces soy millonario en felicidad.
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