Suscribete a
ABC Premium

Ignacio Camacho

Las gafas rotas

La expresión optimista de Rajoy ha cambiado a perpleja. En menos de 48 horas lo han agredido de palabra y de obra

Ignacio Camacho

Esta funcionalidad es sólo para registrados

A Mariano Rajoy lo han agredido dos veces en 48 horas: una de palabra y otra de obra. No se sabe si fue peor el puñetazo de Pontevedra o los gritos de «bravo, bravo» con que algunos torcidos espectadores jalearon la fechoría premeditada del exaltado. ... Pero el suceso acentúa la sensación de inquietud que se ha apoderado del presidente y de su entorno desde el lunes. La euforia de la primera semana de campaña ha desaparecido tras el debate, sustituida por un desasosiego de tinte pesimista. Su propia expresión ha cambiado para dar paso a signos de malestar, de perplejidad ante un ambiente que de repente parece haberle perdido el respeto.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia