La abuela de Consuegra cumple 108 años

Teófila sigue viviendo sola en una casa de dos plantas, por lo cual debe subir y bajar escaleras a diario, de la misma forma que sale a la calle. Aunque dos de sus hijas residen muy cerca de su domicilio y están a siempre pendientes de su madre, llevándole la comida al mediodía y haciéndole la limpieza, la centenaria se prepara ella misma tanto el desayuno como la cena.

Las horas del día las reparte, entre otras tareas, leyendo revistas del corazón, que lo hace valiéndose de una lupa y, aunque oye muy mal, ve bastante televisión. Desde hace unas fechas, una hija suya, monja en un convento de Hinojosa del Duque (Córdoba), sabiendo su gran devoción por santa Rita, le ha regalado una imagen, que tiene a mano sobre un pequeño altar. Precisamente Teófila toma en sus comidas una copita de vino dulce procedente de dicha localidad cordobesa , como posible fuente de longevidad.