El Gobierno solo deja fuera a la CUP en sus primeros contactos con los independentistas

El Gobierno se ha puesto en contacto durante los últimos días con los grupos políticos que han logrado representación en el nuevo Parlamento, tras las elecciones del 21-D. Solo ha dejado fuera de estas conversaciones a la CUP. En concreto, ha sido la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría , la que ha hablado con los representantes políticos. Entre sus interlocutores estuvo la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y también los portavoces de este partido y del PDECat en el Congreso, Joan Tardà y Carles Campuzano, respectivamente.

Fuentes del Gobierno aseguraron que este primer diálogo con los independentistas ha sido «fluido», y a todos les pareció adecuada la fecha del 17 de enero para la constitución del «Parlament».

La intención del presidente es mantener abierto el cauce de diálogo, «siempre dentro de la ley» . Ayer, durante el balance del año en La Moncloa, volvió a tender la mano a los independentistas en la nueva etapa que puede abrirse en Cataluña:«El Gobierno de España quiere ofrecer toda su colaboración y toda su mejor voluntad de diálogo constructivo, abierto y realista, siempre dentro de la ley, al Gobierno que se constituya en Cataluña para resolver los problemas de los ciudadanos de Cataluña».

Rajoy espera que haya un Gobierno catalán lo antes posible , pero advirtió de que «no caben más apelaciones a la ruptura o a la ilegalidad». Recordó que la ley no lo permitirá, y además no pueden alegar un apoyo mayoritario de la sociedad para mantener «esa deriva tan perniciosa».

Si los independentistas siguen ese mismo camino que les llevó al golpe separatista, la respuesta volverá a ser la misma: el imperio de la ley y «la serenidad de la sociedad española» . «Lo lógico y lo razonable sería no volver a ponerlos a prueba», afirmó.

En la rueda de prensa posterior al balance, se preguntó a Rajoy por la intención de Puigdemont, fugado en Bélgica para no responder ante la Justicia, de presentar su candidatura de forma telemática, e incluso de intentar ser presidente a distancia. «No le voy a dar una respuesta jurídica sino de sentido común. Es absurdo pretender ser presidente de una comunidad viviendo en el extranjero», comentó. Rajoy, que pidió un poco más de sensatez y sentido común, recurrió a la ironía para reflejar lo absurdo de la idea:«Imagínese que yo estuviera ubicado en Lisboa».

Tras la sesión constitutiva del Parlamento, en la que se eligen los siete miembros de la Mesa, se abre un plazo de 10 días hábiles para que el presidente de la Cámara proponga la investidura de un candidato a la Presidencia de la Generalitat. Si en una primer debate el candidato no logra mayoría absoluta, se celebraría una segunda votación 48 horas después, en la que valdría mayoría simple. Si tampoco saliera investido el candidato, se abriría un plazo máximo de dos meses para elegir un presidente. En el caso de que fuera imposible, se volverían a convocar elecciones .

Los plazos son relevantes, ya que las medidas aplicadas al amparo del 155 estarán vigentes hasta la formación de un nuevo Gobierno en Cataluña, algo que, como se ve, puede tardar aún meses en producirse.