Rajoy negocia la presidencia del Eurogrupo y una potente Comisaría económica
El jefe del Ejecutivo se enfrenta a una semana clave para recuperar poder en Europa
curri valenzuela
El futuro de España en Europa se juega esta semana en Dublín . El Partido Popular Europeo celebra un congreso para elegir su candidato a presidir la próxima Comisión a partir de octubre y Mariano Rajoy acude a la cita decidido a terminar con una ... década de declive de influencia españolaen el continente que tantos quebraderos de cabeza le costó cuando al llegar al poder se encontró sin apoyos nacionales en Bruselas frente a la demanda de una intervención de nuestra economía.
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La presidencia del Eurogrupo (la reunión al menos mensual de todos los ministros europeos de Economía con el presidente del BCE y de la Comisión) y una potente Comisaría económica con rango de vicepresidencia son las exigencias de Rajoy, que tendrá ocasión de plantear el tema a la canciller alemana Angela Merkel, con la que se va a entrevistar en Dublín, y al resto de los primeros ministros del PPE , con los que cenará el próximo jueves. Los dos puestos tienen ya nombres y apellidos designados: para presidir el Eurogrupo tiene aspiraciones el actual ministro de Economía, Luis de Guindos; para la comisaría económica, el de Agricultura, Miguel Arias, sea o no candidato a las elecciones del 25 de mayo. De conseguirlo el primero, tomaría posesión de su cargo en el verano de 2015; de ser comisario el segundo, tendría que asumir sus funciones en octubre de este año.
Batalla decisiva
Rajoy no avanza nombres y apurará sus nombramientos hasta el último minuto. Solo los partidos de centro derecha de España, Polonia y Bulgaria no presentarán en Dublín sus candidatos a las elecciones europeas; todos los demás están ya nominados y serán confirmados el viernes 7 junto con quien ese día estará ya designado como candidato del PPE a la presidencia de la Comisión. El presidente español prefiere esperar al resultado de sus conversaciones con los otros líderes europeos: lo importante para él son los puestos que van a ocupar los españoles en el próximo gobierno de la UE, por lo que va a plantear batalla.
En los últimos dos años y medio, mientras el Gobierno español se batía el cobre por evitar el rescate y limitar las reformas más drásticas que le iba exigiendo Bruselas, los únicos compatriotas de cierta relevancia que han tenido puestos destacados en Europa han sido el comisario Joaquín Almunia, nombrado por Zapatero y al que en el entorno de Rajoy han acusado en ocasiones de deslealtad; la ex ministra Magdalena Álvarez, en el cargo de escasa importancia de vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones y el vicepresidente del Parlamento Europeo Alejo Vidal Quadras, ahora candidato de Vox . «España ya tiene de nuevo peso y fortaleza para ocupar buenos puestos en Bruselas», asegura Antonio López Istúriz, secretario general del PPE, quien junto al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, está dedicado de lleno en hacer realidad esos objetivos.
Rajoy jugará en Dublín la carta de apoyar al candidato de MerkelAdemás del peso inevitable que el PP tiene entre los partidos conservadores europeos -es el segundo en número de eurodiputados dentro de su grupo detrás de la CDU alemana-, Rajoy jugará en Dublín la carta de apoyar al candidato favorito de Merkel, el luxemburgués Jean Claude Junker, a cambio de otras ventajas. Esta es la primera vez que los partidos europeos acuden a las elecciones con su aspirante a presidir la Comisión, que tendrá que ser refrendado por el Parlamento de Estrasburgo, y la canciller alemana quiere al expresidente de Luxemburgo para oponerse al ya designado candidato del Partido Socialista Europeo, el actual presidente de la Eurocámara, Martín Schultz, alemán.
Pero no solo España se la juega en Europa en el ámbito económico. Rajoy ya ha enviado a una persona de su confianza a hablar con Junker sobre otras cuestiones: la intentona secesionista catalana y el final de ETA. Antes de dar su apoyo definitivo al luxemburgués quiere estar seguro de que comprende nuestros problemas. Su experiencia con Bruselas le impone mucha prevención.
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