Santiago Segura rinde homenaje a Berlanga: «Es mi padre cinematográfico»

Figura emblemática de la cultura española del siglo XX, Premio Príncipe de Asturias de las Artes y Nacional de Cinematografía, Luis García Berlanga ocupa un lugar propio en la historia del cine universal.

Según Santiago Segura, "la filmografía de Berlanga tiene la misma importancia que pueda tener la de Fellini, Truffaut, Vittorio de Sica, Buñuel o cualquier otro gran maestro. Su cine recoge una visión muy personal de la vida, un retrato ácido, corrosivo y negrísimo sobre el mundo, pero que al mismo tiempo derrocha amor en sus personajes, humor, sarcasmo y mucha coña marinera en cada fotograma".

"El cine de Berlanga ha influido en mi filmografía de la mejor manera posible, impactando fuertemente en mi cerebro y dejando su poso tras visionarlo", ha resaltado.

¿ scar Aibar ha resaltado por su parte que la importancia de Berlanga trasciende las fronteras del cine español, pues "grandes nombres del cine mundial han confesado haber descubierto a Berlanga y sentirse influenciados e impresionados por él".

La huella del maestro está muy presente también en el "El gran Vázquez", película en la que ¿ scar Aibar se acerca a los irónicos retratos sociales del director valenciano.

"Cada año veo varias veces muchas de las películas de Berlanga. Puedo decir que me las sé de memoria y que por lo tanto habitan en mi subconsciente. No es extraño que cuando trabajo esta impronta se note de alguna manera".

Tanto Segura como Aibar tuvieron la oportunidad de trabajar o colaborar con Berlanga en alguna ocasión. "Siempre me trató con mucho cariño y me ayudó en todo lo que pudo. Para mí es mi padre cinematográfico, del mismo modo que considero a Fernando Trueba mi tío favorito y a Álex de la Iglesia mi hermano mayor", ha dicho Santiago Segura.

Aibar tuvo "el honor" de dirigir a Berlanga en un capítulo de una serie de televisión en la que interpretaba el papel de Dios: "Recuerdo que accedió de inmediato a que le vistiera de San Dimas en 'Los jueves milagro'".

En el rodaje, cuenta Aibar que Berlanga propuso cambiar parte del guión, algo a lo que accedió sin pensarlo: "El protagonista moría por un instante, iba al cielo y allí le preguntaba a Dios por el futuro de sus seres queridos. Luis me llamó al camerino y me preguntó si lo podíamos cambiar. No pude negarme y, finalmente, el protagonista le preguntaba por el futuro a Dios y éste le contestaba "yo no estoy muy seguro, pero vamos a mirarlo en el horóscopo del Hola que nunca falla".