El acuerdo PSE-PP abre las puertas a una «actualización» del Estatuto
Desde los mapas del tiempo de la EiTB hasta las campañas en medios públicos contra el terrorismo y a favor de las víctimas, pasando por los conciertos educativos o la línea 3 del metro de Bilbao. El acuerdo que esta semana firmarán PSE y PP ... para garantizar una legislatura estable bajo el gobierno monocolor presidido por Patxi López supera, y con mucho, a la presidencia popular de la Cámara vasca, con todo lo que tiene de hecho histórico.
Desde las filas del PP vasco entienden la trascendencia de sentar a uno de los suyos al frente del Parlamento de Vitoria, pero insisten en que lo pactado supone un «gol en la escuadra» que se ha alimentado fundamentalmente de las propuestas que Antonio Basagoiti llevaba en el programa con el que concurrió a las elecciones del día 1, cuando se celebraron autonómicas vascas y gallegas.
El pasado jueves por la mañana el que será el nuevo lendakari del Gobierno vasco, Patxi López, y el líder regional del PP, Antonio Basagoiti, mantuvieron una conversación telefónica que ayudó a desbloquear parte del camino. Antes de que se firme entre mañana y pasado el documento conjunto, ambos habrán vuelto a hablar. No todo ha sido fácil. Existen «flecos» de difícil encaje, según la definición empleada por las fuentes populares consultadas por ABC. Uno de ellos lo ha constituido la reforma estatutaria comprometida por López, capítulo para el que se ha buscado una fórmula de consenso dada la abierta defensa que los populares han hecho del texto de Guernica. Finalmente se dejará la puerta abierta a la «actualización» del Estatuto siempre y cuando, eso sí, «haya consenso entre los dos grandes partidos nacionales».
Cambios en EITB
La derrota de ETA es, sin duda, uno de los apartados más importantes del documento y con él, la deslegitimación social, política y hasta mediática de los terroristas. Por ejemplo, uno de los grandes caballos de batalla ha sido la actuación de la Televisión autonómica vasca, la EiTB, de la que Basagoiti dijo que daba «bola a ETA». El compromiso pasa por una reforma en profundidad del ente público, por la «modificación de la línea editorial» y por cerrar espacios a quienes no condenan a los violentos. Se defenderán los valores democráticos y se modificará mucha de la simbología utilizada, entre ella, esos mapas del tiempo que incluían Navarra y territorios vasco franceses bajo el paraguas identitario de la gran «Euskalerría».
«Hemos marcado la agenda del documento», aseguran ufanas las fuentes consultadas, conscientes de que acaso Patxi López tenga más dificultades internas para explicar a los suyos muchos aspectos del acuerdo que, tal y como quería el PP, se plasmará en un documento firmado por ambos partidos, destinado a garantizar la estabilidad del nuevo Gobierno vasco. El pacto incluye el compromiso de celebrar campañas en medios públicos y centros educativos en contra del terrorismo. Abarcará desde cuestiones referidas a la memoria de las víctimas, la justicia o lucha contra la extorsión etarra así como a la exigencia, ya manifestada por López, de cerrar los espacios públicos a la apología del terrorismo, hasta la prohibición de los homenajes a etarras.
Por otra parte, se hará una mención expresa al derecho de los padres a garantizar la elección de la lengua vehicular con la que sus hijos puedan recibir clase y se eliminará lo que el PP entiende como «discriminación» en los conciertos educativos contra los colegios que no enseñan en euskera, fundamentalmente religiosos. Además, el euskera dejará de ser un obstáculo de acceso al empleo público y la máxima puntuación que recibía hasta ahora no supondrá más allá del 8 ó 10 por ciento del cómputo final.
El acuerdo, «dulcificado» por el PSE en algunos de sus párrafos, baja al detalle hasta tal punto que recoge la construcción de un nuevo hospital en Vitoria, la ampliación de las plantillas sanitarias o el diseño de la línea 3 del metro de Bilbao.
No hay en el texto ninguna alusión al reparto de cuotas ni a otros compromisos de futuro, como puede ser el cambio de signo político de la Diputación foral de Álava. El PP reivindica su gobierno puesto que fue la fuerza política más votada en esta institución. Considera además que a Patxi López le resultará imposible gobernar con las tres diputaciones en manos del PNV y, sobre todo, cuando tenga que sentarse con ellas en el Consejo Vasco de Finanzas para elaborar los presupuestos de la Comunidad. Por su parte, los socialistas acarician la idea de dar paso al PP en Álava para que los populares se sientan más comprometidos por el cambio histórico que se va a producir en el País Vasco.
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