Los vecinos de Manzanares votan contra las corridas de toros en las fiestas

Todos querían conocer el resultado de la consulta popular realizada con el objetivo de eliminar los festejos taurinos de las fiestas de agosto. La idea, según explicaba ayer José Manuel Luján, primer teniente de alcalde, es responder a la crisis y dedicar los 125.000 euros que cuestan cuatro días de corridas y novilladas a servicios que puedan hacer más falta, si los vecinos están de acuerdo con ello.

En total, se enviaron 5.776 papeletas para participar en el referéndum, pero poco más de 1.200 vecinos han contestado, lo que supone un 22% de participación que, según muchos implicados, es una cifra escasa para que la respuesta pueda ser vinculante. Aún así, de momento, son mayoritarios los que se oponen a que las fiestas sigan siendo taurinas y será tarea del alcalde, el socialista Óscar Cerezal, decidir si se elimina o no esta tradición.

Aunque son conscientes de que el tema ha suscitado respuestas muy viscerales, los concejales socialistas aseguran que esta consulta poco tiene que ver con el tradicional debate sobre la fiesta nacional, sino que se centra exclusivamente en la crisis. Así, Luján comentaba que las cuatro corridas suponen la mitad de la partida presupuestaria de las fiestas y más del 27% del dinero disponible para las actividades programadas por el Ayuntamiento todo el año.

Además, desde el Consistorio creen «cuestionable» tener que comprar suelo para ubicar la plaza de toros portátil «para dejarlo inservible durante todo el año, darle uso sólo cuatro días y no conseguir llenar ni dos tercios del aforo aunque se regalan 1.200 entradas a mayores de 65 años».

Estos argumentos no convencen a los taurinos que a voz en grito aseguraban ayer en el salón de plenos que «Manzanares sin toros es como Valencia sin Fallas», y no tenían inconveniente en sentenciar que «si no hay toros, tampoco habrá fiestas y el pueblo quedará muerto».

«Aquí habrá toros siempre»

Aunque el ambiente estuvo caldeado toda la tarde durante el recuento de los votos, fue al conocer el resultado final, que todavía no es definitivo, cuando el centenar de personas que se había concentrado en el Ayuntamiento estalló en una macrodiscusión y se encaró con los ediles.

Y es que tal y como arrojan los resultados, en Manzanares son los extremos los que cuentan con el apoyo mayoritario: el 34% vota sí a los toros, el 53% se opone, y sólo el 12% de los votantes es partidario de reducir el número de corridas o cambiarlas por novilladas para ahorrar. Aún así, quedan por escrutar unos 300 votos que habían incluido el DNI junto a la papeleta. Sus resultados se darán a conocer mañana por el notario.

El referéndum, lejos de arrojar luz sobre lo que debe hacer el equipo de gobierno respecto a este asunto, ha avivado una polémica que está enfrentando a los vecinos que ayer estuvieron a punto de agredirse. La solución, según el concejal de festejos, Antonio Fernández, de Unión de Manzanares El Real, está clara: «Aquí habrá toros siempre, y no deberíamos haber llegado hasta esta desagradable situación».