Rajoy no se fía, pero apoyará las medidas por «responsabilidad democrática»

Rajoy compareció ante los medios de comunicación en la sede nacional de su partido -como viene haciendo tras sus últimas citas en Moncloa- para explicar que «se trata de medidas excepcionales en una situación excepcional que el Gobierno ha tomado de manera unilateral». Sentadas estas bases, destacó que los 150.000 millones de euros -es decir, «25 billones de pesetas», como se molestó en concretar para hacer la cifra más entendible para los ciudadanos- que se destinarán al sistema financiero constituyen la «mayor movilización de recursos públicos de la historia de España», todo ello, comentó sarcástico, después de que «se nos dijera que aquí no pasa nada». Pero a pesar de las críticas que fue desgranando a lo largo de su comparecencia, informó de que había transmitido a Zapatero la «mayor disposición del PP» a apoyar esas medidas «porque estamos en una circunstancia excepcional», reiteró.

Acorde con sus declaraciones de los últimos días de que pueden ser medidas necesarias pero no suficientes, insistió en que el objetivo principal es ayudar a paliar la situación de las pymes y de los ciudadanos y, para ello, apostó por mecanismos que garanticen la transparencia y el control en el manejo de esos fondos.

«En manos del Gobierno»

Tras afirmar, contra lo que ha venido diciendo Pedro Solbes, que «esto tiene un costo y riesgo para los españoles», destacó que conforme están ahora redactados los dos decretos ley -que se convalidarán el lunes- sería el Gobierno el que decidiría «por su cuenta y riesgo» qué títulos se compran, a quién y cómo, con el único compromiso de informar cada cuatro meses. Y a juicio del líder de la oposición, «esto no puede quedar en las únicas y exclusivas manos del Gobierno».

Por ello reclamó que el Banco de España intervenga en dicho control y se creen además otros mecanismos parlamentarios que, en todo caso, no pasarán por la constitución de una comisión «ad hoc», tal y como pretendía Rajoy. Zapatero se comprometió a negociar con los populares estos planteamientos, que calificó de «razonables». Interrogado directamente Rajoy sobre si su voto será positivo el lunes, comentó que «si (Zapatero) cumple sus compromisos y nos garantiza control, transparencia y que se beneficiará a las pymes y a los ciudadanos, así será».

Donde no tuvo ningún éxito el líder de la oposición fue a la hora de reclamar la retirada de los Presupuestos Generales del Estado. «La posición del Gobierno no coincide», dijo como única explicación a la respuesta que le dio el jefe del Ejecutivo. En cuanto a las también reclamadas reformas estructurales, destacó la disposición de su partido a «escuchar, aportar y llegar a entendimientos».

Rajoy no quiso manifestar su opinión personal sobre la hipotética compra de acciones de bancos que, aunque es un mecanismo que, según Zapatero, no se va a utilizar, sí está en la letra de uno de los decretos. En definitiva, un poco entusiasmado Rajoy se declaró «expectante a ver qué hace el Gobierno de España».