La esfera de reloj más grande de Europa está en esta iglesia

J. F. Alonso

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11/10/2023
Actualizado 14/10/2023 a las 04:24h.

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En el paisaje medieval del casco antiguo de Zúrich destacan tres iglesias y otras tantas torres. La primera, la 'gran catedral' (Grossmünster), protestante, es un edificio construido entre los siglos XII y XIII que se remató posteriormente con dos torres, primero de madera, en el siglo XV, y luego, tras un incendio, los actuales chapiteles barrocos, del XVIII. La segunda es la iglesia de Fraumünster, con su inconfundible torre verde. Formaba parte de una antigua abadía que fue disuelta el 30 de noviembre de 1524 como consecuencia de las reformas de Ulrico Zwinglio, líder de la Reforma Protestante suiza. En el siglo XIX la iglesia fue destruida y reconstruida. Ahora, muchos turistas la visitan para contemplar las vidrieras policromadas del coro de la iglesia, pintadas por Marc Chagall en 1970, además de otra vidriera de Augusto Giacometti (1945), uno de los miembros de esta familia de creadores.

La tercera iglesia que sobresale en la ciudad es St. Peter. Destaca en el horizonte mientras paseamos junto al río Limmat, aunque en realidad se ve desde casi cualquier lugar. Por ejemplo, al bajar de la plaza de Lindenhof, uno de los mejores miradores de Zúrich. O al callejear por los alrededores de Bahnhofstrasse, la calle donde están todas las tiendas de lujo que se puedan imaginar. En algún momento siempre aparece la torre de San Pedro, con su apoteósico reloj, que tiene la esfera más grande de Europa.

En el campanario destaca esa esfera que tiene un diámetro de 8,64 metros. Y en el interior hay cinco campanas fundidas en 1880. La más grande pesa más de 6.000 kilos. Todas suenan como en un pueblo de cuento, un tañido que se expande entre callejuelas y casas medievales o del Renacimiento. Hasta 1911 (el primer vigilante se remonta a 1340), los bomberos utilizaban el campanario como torre de vigilancia contra incendios. A día de hoy, la torre pertenece aún al Ayuntamiento de Zúrich, mientras que el dueño del templo -incluidas las campanas- es la Iglesia Evangélica Reformada del Cantón de Zúrich. Un caso infrecuente de división de propiedad.

La primera torre se construyó a principios del siglo XIII. Su primer piso, con bóveda de crucería de arco de medio punto románico, aún conserva su forma original. En 1450 fue reformada. La iglesia se eleva desde entonces a 64 m de altura (40 + 24 de la torre). El casco octogonal puntiagudo fue revestido por última vez en 1996. Desde la antigua sala de guardia se puede disfrutar de una maravillosa vista de la ciudad.

El primer reloj se instaló en 1366. Su única esfera miraba hacia el cauce del Limmat y solo mostraba las horas completas. Luego, la esfera y la tecnología que esconde fueron cambiando a lo largo de los siglos. El relojero Johann Rudolf Frech instaló en 1844 un mecanismo que marcaba los cuartos de hora. Originalmente, el reloj era la referencia de la hora local de Zúrich y todos los relojes públicos debían funcionar en consecuencia. Hoy, la precisión es una seña de identidad nacional, un símbolo en un país donde el tiempo y las máquinas que lo controlan son tan importantes.