El reto de lograr que donemos dinero a una buena causa

Aunque en un primer momento la llegada de la iniciativa a España no supuso un incremento significativo de las donaciones a AdELA, la Asociación Española de Esclerosis Lateral Amiotrófica , los últimos llamamientos de muchos famosos así como de la presidenta del organismo, Adriana Guevara, parecieron surtir efecto y ya se cuentan por miles los euros recaudados para luchar contra la enfermedad . En ABC nos preguntamos hoy por qué ha sido necesario un fenómeno viral como el del «Ice Bucket Challenge» para que seamos más solidarios y si, pasada la 'fiebre del agua', seguiremos concienciados sobre la necesidad de ayudar al prójimo.

Delia Rodríguez, periodista y autora de «Memecracia: Los virales que nos gobiernan» , se extiende en su libro sobre cómo nuestra vida está, en más aspectos de los que creemos, dominada por internet. Para Delia, el del «Ice Bucket Challenge» ha sido un viral más especial que otros por dos razones básicas: su gran visibilidad y el éxito económico. «Por un lado, todos los grandes medios de comunicación del mundo y un buen número de famosos han hablado de él, lo que ha contribuido muchísimo a su expansión. El fenómeno, en mi opinión, ha funcionado porque objetivamente ha conseguido recaudar millones de dólares, algo que otras muchas campañas no han logrado».

Para la experta, el reto del cubo de agua helada aglutinaba un buen número de ingredientes que hacían de él un valor seguro: «Se ha creado por un buen fin, las instrucciones para el contagio eran claras y sencillas, todos queremos quedar bien con nuestros amigos, que nos nominen nos hace sentir especiales, nadie desea ser quien rompa la cadena, existen los medios tecnológicos para crear y difundir un vídeo en minutos, es una buena excusa para el narcisismo...».

El furor generado por el 'Ice Bucket Challenge' ha hecho, además, que grandes empresas como Samsung se sumen al carro de las buenas causas y hayan aprovechado el viral solidario para publicitar sus productos. En este vídeo , la marca participa en el reto y aprovecha para demostrar la resistencia al agua de uno de sus dispositivos al tiempo que invita a la competencia a hacer lo mismo. «Cada vez que un 'meme' triunfa hay empresas y personas que se suben a la ola para aprovecharla y autopromocionarse» señala la autora de 'Memecracia', quien apunta que técnicas como esta, denominadas 'memejacking', están cada vez más a la orden del día.

¿Importa a alguien que haya tenido que crearse un viral de tal magnitud para que aportemos fondos a la investigación de la ELA ? En opinión de Delia Rodríguez, «no importa si el dinero viene de una marca o si los particulares que se han grabado lo hacen por una razón más o menos elevada: lo importante es que esa donación exista y que se hable de la enfermedad».

En el mismo sentido se pronuncia Adriana Guevara, presidenta de AdELA y a quien tampoco parece importarle que haya sido un viral lo que ha provocado la reacción en cadena y aumentado las donaciones. «El hecho de que la ELA sea una enfermedad desconocida hace que sean necesarias iniciativas como ésta para se sepa en qué consiste. Lo importante no es cómo ha ocurrido, nos conformamos con que se sepa que necesitamos ayuda».

Para Luis Miguel Lastra, responsable de comunicación de Grupo AMAS , una organización que defiende los derechos de las personas con discapacidad intelectual, «lo ideal sería que este tipo de acciones no fueran necesarias, pero también es cierto que sensibilizar sobre la realidad que viven colectivos desfavorecidos se convierte en un reto diario. Tenemos que reinventarnos, buscar ideas originales e innovadoras y lograr apoyo de rostros populares para llegar allí donde antes ni podíamos».

El gran reto, para Lastra, no es mojarse por una buena causa, sino más bien «mantener esa colaboración y ayuda durante un largo periodo de tiempo. No solo hay que dar a conocer los problemas de los colectivos sociales de una forma original e innovadora, sino que hay que demostrar a los ciudadanos qué se ha conseguido con sus donaciones. Es necesario que el donante sepa a dónde va a parar su ayuda y en qué medida ha contribuido a crear una sociedad mejor».