The Icon, el yate de lujo transparente y 100% eléctrico de BMW

Así, para la fachada exterior no se ha utilizado un costado convencional, sino una ventana panorámica que sube hasta el techo. La arquitectura se sustenta en el denominado center spline, un travesaño icónico que se extiende centralmente por el techo desde la popa hasta la proa. El diseño está inspirado en el mundo de la vela, con el que BMW tiene una gran vinculación.

En el interior los materiales utilizados recuerdan a un elegante salón y el lenguaje formal a una moderna sala de espera de lujo. Cada pasajero se sienta en su propio sillón giratorio que incluye una interfaz de infoentretenimiento propia. Gracias a la tecnología DOLBY ATMOS el sistema de audio de a bordo es de alta gama y, además, ofrece una banda sonora propia, un espectáculo acústico basado en unas experiencias sonoras desarrolladas por el afamado compositor Hans Zimmer, similares a las que también se utilizan en el BMW i7.

Por otro lado, la interfaz de usuario es única en su clase. Viene con una pantalla táctil de 32 pulgadas, abundante potencia de procesamiento y resolución de 6k, lo que ofrece una nueva dimensión de visualización de información e interacción digital. Los yates Tyde están equipados con sistemas de control por voz, lo que permite recuperar información, ajustar la configuración y activar funciones sin esfuerzo, desde actualizaciones meteorológicas hasta detalles de navegación, ajuste de las preferencias de iluminación y audio o personalización de los controles climáticos.

Esta embarcación está propulsada por dos motores eléctricos (136 CV) y seis baterías BMW i3 (240 kWh) que le permiten alcanzar una velocidad máxima de 33 nudos y una autonomía de 50 millas náuticas (algo menos de 100 km).

Para lograr estas cifras, The Icon cuenta con un avance técnico pionero, el foiling, una tecnología que ahorra hasta un 80% de energía comparado con un barco convencional. Los foils constan de una aleta estabilizadora y dos brazos que son como unas alas submarinas que hacen que la embarcación flote literalmente sobre el agua. A altas velocidades el casco se eleva sobre el agua mientras que las estructuras en forma de ala se encargan de soportar todo el peso. De esta manera se reduce la resistencia, se alcanza más velocidad y se ofrece un mayor grado de confort.