Así es el submarino de lujo que cuesta 2.000 millones de euros
Se trata del Migaloo M5 y también es un megayate privado y sofisticado que promete experiencias exclusivas
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El Migaloo M5 es un híbrido entre yate y submarino.
En el mundo de las embarcaciones de lujo ha surgido una nueva tendencia, los submarinos. El Migaloo M5, de la empresa austriaca Migaloo Private Submersible Yachts es además, un híbrido entre un sumergible y un megayate. Con 165 metros de eslora y ... 23 de manga, es capaz de transportar hasta 40 huéspedes, incluyendo la tripulación y el personal. Cuenta con seis camarotes VIP de 65 metros cuadrados que garantizan la máxima comodidad y privacidad, así como una cabina para el dueño, de 300 metros cuadrados repartidos en tres cubiertas.
El M5 puede permanecer bajo el agua durante tres o cuatro semanas en un profundidad máxima de 300 metros y puede desplazarse a 20 nudos en la superficie y a 12 nudos cuando está sumergido. Su seguridad, con un doble casco inspirado en los submarinos de combate, es uno de sus puntos fuertes. Para el entretenimiento y la relajación de las personas que habiten en él, la embarcación contiene una sala de cine, un gimnasio de última generación y un spa con jacuzzis. Pero eso no es todo y es que, además de tener las características de cualquier yate de alta gama como helipuerto o piscina, está equipado con todo tipo de artilugios para bucear e incluso, practicar kayak.
El Migaloo M5, un superyate y un sumergible con todo lujo de comodidade
El híbrido también puede desplegar motos de agua y hasta minisubmarinos. Por supuesto, no falta una televisión a pesar de encontrarse bajo el agua, sus pasajeros pueden conectarse a internet vía satélite. En su funcionamiento, un sistema diésel eléctrico con 'Air Indepndent Propulsion', lo que le proporciona eficiencia y autonomía bajo el agua. Sus vistas, lo más especial ya que se pueden observar las profundidades del océano desde las galerías del salón principal, el comedor y el salón de proa.
Con todo esto, no es de extrañar que sea una de las adquisiciones privadas más caras del mundo, con un coste que asciende a 2.000 millones de euros. Este objeto, que se ideó en 2013, es un avance importante en las embarcaciones de lujo y aunque la empresa cuenta con varios diseños, se compromete a vender uno por temporada, por lo que la exclusividad es absoluta.
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