El Vaticano comunica que el tratamiento del Papa Francisco ha cambiado: tiene un «cuadro clínico complejo»

Es la lectura que hacen los médicos de los resultados de los análisis que han recibido hoy. Desde el Vaticano aclaran que no se trata de un «agravamiento» de las condiciones de salud, sino de una calificación más completa de la patología, en este caso una «infección polimicrobiana». Por lo tanto, no se habla de una fecha para el alta médica.

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Javier Martínez-Brocal

«Me habría gustado estar entre vosotros pero necesito tratamiento para mi bronquitis», ha escrito Francisco, disculpándose también por no asistir al Ángelus

El portavoz del Vaticano ha subrayado que el Papa mantiene el «buen humor», y ha anunciado que por la tarde habrá un nuevo parte médico. Por otra parte, la Prefectura de la Casa Pontificia ha cancelado todas las audiencias que el Pontífice tenía previstas hasta el próximo sábado, incluido.

«El Papa ha descansado bien, ha pasado una noche tranquila», explicó el portavoz del Vaticano Matteo Bruni a primera hora de este lunes. «Esta mañana ha desayunado y se ha dedicado como siempre a la lectura de algunos periódicos. Continúa la terapia», había asegurado entonces.

Francisco está ingresado en el Hospital Policlínico Gemelli desde el viernes a las 11 de la mañana. Cuando llegó, presentaba síntomas de una bronquitis que habían intentado tratar con cortisonas sin conseguir los resultados esperados. Cuatro días antes se había hecho un tac cuyos resultados habían tranquilizado a los médicos.

En el primer parte médico, el viernes por la tarde, se describía la enfermedad del Papa como «infección respiratoria». En su discurso escrito de ayer, el Papa hablaba de «bronquitis».

Entre el viernes y el domingo el equipo médico adaptó la terapia farmacológica y realizó nuevas pruebas para acertar con el diagnóstico. Este lunes tienen más claro el cuadro.

También ha trascendido que el viernes y el sábado el Papa Francisco llamó a la parroquia católica de Gaza para saludarles. Francisco está respetando el «reposo absoluto» impuesto por los médicos y este fin de semana no se ha levantado ni siquiera para celebrar la misa. Ya el sábado no tuvo fiebre y su situación médica el domingo por la tarde era «estable».