La UE prohíbe dos componentes en los esmaltes de uñas semipermanentes: ¿por qué son peligrosos?

Europa marca un antes y un después con la entrada en vigor de su nueva medida . «Sea más o menos peligroso, lo bueno es que hay entidades regulando los productos cosméticos», comenta Inés Escandell, dermatóloga de la Academia Española de Dermatología y Venereología, a ABC.

Las alteraciones en la fertilidad es una de las principales preocupaciones y lo que ha hecho saltar las alarmas. José Miguel García Cebrián, ginecólogo de la clínica de reproducción asistida Ginemed Sevilla, advierte de que «la prevención es clave» y se debe buscar esmaltes que no tengan los componentes más tóxicos, como los convencionales. Aunque también manda un mensaje de tranquilidad: «Una exposición puntual no debería causar efectos graves».

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Y es que el riesgo se incrementa para los profesionales que las hacen, más que para los clientes. Aquellos que están en contacto continuo con los productos, manicura tras manicura, sobre todo en centros sin una adecuada ventilación, advierte Escandell. La dermatóloga, en sintonía con García, transmite calma a quienes llevan esmaltes semipermanentes porque «no estamos hablando de una toxicidad aguda».

Aún así, exponerse a estas sustancias aumenta el riesgo de irritación de la piel, los ojos y las vías respiratorias, según el doctor García. Aunque puede provocar alergia, no es lo más habitual ni se ha prohibido por eso, como indica la dermatóloga, sino porque «tiene potencial tóxico para la reproducción». Así, el ginecólogo afirma que puede provocar daño en el ADN, alterar el desarrollo embrionario y disminuir la fertilidad.

Una exposición a largo plazo puede incluso afectar al hígado y al riñón. Los daños en estos órganos también repercuten en el equilibrio hormonal y, por tanto, en la reproducción: «Algunos estudios en animales han mostrado cambios en la calidad de los espermatozoides y en órganos reproductivos».

Con el término «cancerígeno» hay que ser prudentes, advierte el doctor García: «Lo que sabemos hasta ahora es que, en estudios con animales, el TPO se ha relacionado sobre todo con hígado y tiroides; el DMTA, con hígado y vejiga».

Aunque en humanos no hay evidencia sólida de riesgo de cáncer y las clasificaciones actuales son preventivas, «la preocupación es justificada», por lo que se ha procedido a su retirada a modo de cautela.

Mientras que se haga un uso puntual no tiene que despertar una preocupación mayor, la exposición continua, repetida o en altas concentraciones debe evitarse.

En especial, cuando se trata de los grupos más vulnerables: embarazadas, mujeres en periodo de lactancia, trabajadores expuestos de forma frecuente, como las personas que trabajan en estética—, personas con enfermedades hepáticas o renales, niños, adolescentes y, general, todas aquellas en edad fértil.

Además, el ginecólogo recomienda alternativas más seguras, como los esmaltes convencionales o al agua. Por su parte, la dermatóloga aconseja acudir a sitios con buena higiene y ventilación, ya que la vía de exposición a estas sustancias puede ser tanto cutánea como inhalatoria.

La decisión de la UE de prohibir estos compuestos tóxicos se conoce desde finales de 2023 y el año pasado ya se sabía que estaría prohibida su venta, incluso del 'stock'. Por eso, hay marcas que llevan tiempo trabajando sin estos componentes, como añade la doctora Escandell.