Con vientos máximos de 95 kilómetros por hora, la tormenta se ha ido trasladando hacia el oeste atravesando la región montañosa del norte de la Cordillera hacia el Mar de China Meridional, según ha señalado la agencia meteorológica estatal.
La mayoría de las muertes por la tormenta de los últimos días se debieron a ahogamientos y deslizamientos de tierra en la región de Bicol, incluida la ciudad de Naga, donde se reportó la muerte de 14 personas, según las autoridades. Trami tocó tierra en la ciudad nororiental de Divilacán, en la provincia de Isabela, donde no han tenido que lamentar la muerte de ningún ciudadano.
Escuelas y negocios cerrados
Más de 163.000 personas se refugiaron en centros de evacuación, aseguró la oficina de defensa civil, la mayoría de las cuales se encontraban en Bicol mientras los residentes huían de sus hogares después de que las inundaciones alcanzaran los techos de los 'bungalows'. El regulador de aviación civil, por su parte, ha afirmado que al menos una docena de vuelos en todo el país habían sido cancelados debido a la tormenta. Los colegios y negocios han sido cerrados por orden del Gobierno y el banco central, además, ha cancelado las operaciones monetarias y de cambio de divisas por segundo día consecutivo.
Filipinas suele registrar un promedio de 20 tormentas tropicales al año, que a menudo provocan fuertes lluvias, fuertes vientos y deslizamientos de tierra mortales.
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