Condena de 12 años por el crimen que originó el brote racista de El Ejido

Según la sentencia de la Sala Primera de la Audiencia almeriense, conocida ayer, el inmigrante magrebí tendrá que cumplir una condena de 11 años y 3 meses de cárcel por un delito de asesinato con concurrencia de eximente incompleta por esquizofrenia paranoide, y otra de 7 meses, por un delito de lesiones en grado de tentativa.

La defensa del acusado, a cargo del abogado Agustín Lázaro, había pedido la libre absolución de Lesbir F., mientras que el letrado de la acusación familiar, Emilio Lucas, solicitaba veinte años de privación de libertad por asesinato y un año por agresión. Por su parte, el ministerio fiscal reclamaba una condena de catorce años y, en caso de eximente, el ingreso durante veinte años en un centro psiquiátrico.

Según el estudio presentado por el equipo de psiquiatras y psicólogos que analizaron en su día el estado mental del acusado, éste sufría esquizofrenia paranoide con brotes psicóticos y cumplía órdenes de unas voces que le empujaban a matar a una mujer .

El abogado del condenado, Agustín Lázaro, anunció ayer que recurrirá ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo la sentencia. En declaraciones a Europa Press, Lázaro dijo que está en desacuerdo con el fallo puesto que mantiene que Lesbir F. , de nacionalidad marroquí y de 26 años, cometió un homicidio y no un asesinato, y porque no se ha tenido en cuenta su petición de «eximente completa» porque el procesado sufría esquizofrenia paranoide. Para la acusación particular, en cambio, existe, por una parte, «una cierta satisfacción», sin embargo, considera que la condena es «insuficiente». «Satisface que se recoga que hubo asesinato y no homicidio», añadió el abogado de la familia de la víctima, Emilio Lucas.

Como informamos en su momento, los hechos que se han juzgado en la Audiencia Provincial de Almería tuvieron efecto cuando Encarnación López se encontraba en el mercadillo de la barriada donde residía, acompañada de su hermana Martirio. El inmigrante se dirigió hacia ellas con un cuchillo en la mano envuelto en una bolsa de plástico.

Aunque las dos mujeres intentaron huir, al tiempo que pedían auxilio, el presunto agresor cogió del brazo a Encarnación y le clavó el arma en el costado derecho, falleciendo a consecuencia de la puñalada. A continuación trató de agredir también a la hermana de la víctima, pero no logró su propósito porque varias personas acudieron en su ayuda al oír los gritos.

La muerte de la joven provocó un gran malestar entre los ejidenses, que ya estaban muy afectados por el asesinato, quince días antes, de dos agricultores del municipio a manos de otro inmigrante marroquí y por la inseguridad de la zona. Los hechos culminaron con la persecución y acoso que sufrieron durante varios días los ciudadanos magrebíes por parte de un sector de la población autóctona, pese a la intervención de las fuerzas del Orden..