El Papa Francisco recibirá el alta este domingo con la prescripción de reposo absoluto

Francisco abandonará el policlínico este domingo después de mediodía, pues a las doce tiene previsto asomarse a la ventana del apartamento que ha ocupado «como un gesto para dar las gracias a todas las personas del hospital», según ha explicado el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni. No está claro si regresará en ambulancia o con un vehículo utilitario. Tanto el ángelus como la salida del hospital permitirán ver en qué condiciones clínicas se encuentra el Papa, pues en la foto que publicó hace una semana no se ve su rostro.

«La buena noticia es que mañana domingo el Papa será dado de alta», ha anunciado satisfecho el doctor Sergio Alfieri. Explicó que la decisión de darle de alta se ha tomado ya que «está en condiciones estables desde hace dos semanas». Pero regresa a casa «con la prescripción de continuar durante mucho tiempo la terapia farmacológica y de mantener un largo periodo de convalecencia de al menos dos meses».

«El Papa está contentísimo de regresar a Casa Santa Marta. Lleva cuatro días preguntándonos cuándo le damos de alta, pero la decisión la hemos tomado nosotros, es un paciente dócil y ejemplar y ha sabido escuchar nuestros consejos», explica Alfieri. «Regresa convaleciente, para comenzar un periodo de recuperación y no podrá seguir ahora su actividad cotidiana para poder retomarla en el futuro», avisa.

El responsable del equipo médico que ha atendido al Papa ha hecho balance de lo que ha ocurrido a lo largo de las últimas cinco semanas. «Llegó con una infección polimicrobiana que derivó en una neumonía bilateral, y que ha requerido tratamiento farmacológico combinado. Ha superado dos episodios muy críticos en los que su vida estuvo en peligro. La ventilación mecánica no asistida y los altos flujos han consentido esta recuperación», ha explicado. Alfieri también ha añadido que «en ningún momento ha necesitado ser entubado, ha estado siempre consciente y alerta». Este sábado ha podido confirmar que «se ha curado de las infecciones más graves, aunque otras más leves sólo se han reducido».

Luigi Carbone, médico del Papa en el Vaticano, ha aclarado que será «dado de alta en modalidad protegido». Dice que «en la última semana su situación clínica ha mejorado mucho» y que por eso, empezaron a evaluar si podían continuar el tratamiento en su propia casa. Por eso comenzaron a retirarle la «ventilación asistida no invasiva» y a reducir la oxigenación a altos flujos. «Nos hemos preparado para ofrecerle el oxígeno y la asistencia sanitaria en su casa» y allí deberá continuar la fisioterapia motora y respiratoria.

Los médicos no hacen previsiones sobre cuándo podrá retomar el Papa su actividad normal. «Está mejorando, esperemos que dentro de poco pueda hacerlo», asegura Carbone. «Ahora necesita descansar. No podrá ver grandes grupos de personas, hacer grandes esfuerzos, ni tener audiencias. Podrá hacerlo cuando termine. Hasta entonces, tenemos que ayudarle todos», ha añadido Alfieri.

Los doctores han confirmado que el Papa Francisco tiene dificultades para articular palabras, pero lo consideran una consecuencia «normal» y pasajera del tratamiento médico que ha seguido. Alfieri ha aclarado que «cuando se contrae una neumonía y los pulmones han sido dañados y se han puesto en dificultad los músculos, se pierde un poco la voz. Ocurre a todos los pacientes. Necesitará tiempo para que la voz mejore y sea como lo de antes».

Según Carbone, naturalmente ahora la principal amenaza para el Papa son nuevas infecciones, pero no tienen «ninguna preocupación particular». Ha explicado que «en Santa Marta necesita sólo recibir oxígeno, y esperemos que pronto pueda ahorrárselo», y «siempre tiene cerca un servicio de urgencias disponible».

Sus doctores también adelantan que en estos días el Pontífice ha adelgazado –«lo veréis mañana»-, se alimenta con normalidad, pero «ahora que está mejor ha comenzado a comer un poco más», y «escribe». «Sigo vivo», bromea con los médicos.

El tono era muy diferente a la anterior comparecencia de los doctores hace un mes, el pasado 21 de febrero, cuando anunciaron que el Papa tenía «abierta la puerta a las dos posibilidades» y no estaba «fuera de peligro».

De alguna forma, la noticia de que el Papa regresa también ha sido inesperada en el Vaticano. «Más adelante daremos indicaciones sobre cómo será su actividad», ha aclarado con prudencia el portavoz de Francisco.

El cardenal argentino Víctor Manuel Fernández aseguró este viernes que «este mes ha sido muy duro para el Papa, uno que ama entregarse por entero, estar en la cama del hospital sin poder ayudar ni dar una palabra de consuelo a otros… Pero tiene una gran capacidad para aprender de la vida, de lo que venga, de captar lo bueno incluso en los momentos oscuros. Por eso estoy seguro de que de esta experiencia saldrá algo muy hermoso, que no sabemos lo que será, serán las sorpresas del Papa Francisco». Ya este domingo en la ventana del Gemelli y en el coche rumbo al Vaticano veremos las primeras.