La OMS alerta de que los recortes de EE.UU. amenazan a millones de personas y deshacen 20 años de progreso

«Muchos de los avances logrados en los últimos 20 años contra la malaria están ahora en riesgo debido a los recortes en la financiación estadounidense para la salud global (...). El impacto de estos recortes será aún mayor, y ya lo estamos viendo. Actualmente, existen graves interrupciones en el suministro de diagnósticos, medicamentos y mosquiteros tratados con insecticidas para la malaria debido al desabastecimiento, retrasos en las entregas o falta de financiación», ha expresado Tedros durante una rueda de prensa.

Tedros ha detallado que la ayuda estadounidense a contribuido a prevenir 2.200 millones de casos en las últimas dos décadas, y que estas interrupciones podrían revertir «15 años de progreso», provocando que se diagnostiquen 15 millones de casos adicionales. Además, ha asegurado que la situación del VIH es similar, pues la suspensión del Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del Sida (PEPFAR) de Estados Unidos ha provocado la interrupción «inmediata» de los servicios de tratamiento, pruebas y prevención del VIH en más de 50 países.

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«Ocho países sufren actualmente interrupciones sustanciales en la terapia antirretroviral y se quedarán sin medicamentos en los próximos meses. Las interrupciones en los programas contra el VIH podrían revertir 20 años de progreso, lo que provocaría más de 10 millones de casos adicionales de VIH y tres millones de muertes relacionadas con el VIH, más del triple de la cifra del año pasado», ha añadido.

El director general de la OMS ha aseverado que estos recortes en la financiación ocurren «en el peor momento posible», pues coincide con un resurgimiento del sarampión durante los últimos tres años. «Desde 1974, las vacunas contra el sarampión han salvado casi 94 millones de vidas, pero estos avances también están en riesgo. Los recortes repentinos a la financiación estadounidense también están afectando los esfuerzos para erradicar la polio, monitorizar la aparición de enfermedades como la gripe aviar y responder a brotes de enfermedades y crisis humanitarias», ha agregado.

Estos recortes pueden provocar que casi 24 millones de personas que viven estas crisis sanitarias no puedan acceder a servicios de salud esenciales, y es que más de 2.600 centros de este tipo, presentes en doce zonas con crisis humanitarias, han suspendido sus servicios de forma total o parcial. En ese sentido, ha detallado que el «mayor» campo de refugiados del mundo, situado en Cox's Bazar (Bangladesh), ha experimentado una interrupción del diagnóstico y tratamiento de la hepatitis C, así como la vigilancia de enfermedades, la Atención Primaria y secundaria, los servicios de laboratorio, la adquisición de suministros y los salarios del personal sanitario.

Los más de 700 laboratorios de la red de la OMS contra el sarampión y la rubeola, que están financiados «exclusivamente» por Estados Unidos, también se enfrentan a un «inminente» cierre. «El Gobierno estadounidense ha sido extremadamente generoso durante muchos años. Y, por supuesto, tiene derecho a decidir qué apoya y en qué medida. Pero Estados Unidos también tiene la responsabilidad de garantizar que, si retira la financiación directa a los países, lo haga de forma ordenada y humana», ha expresado Tedros.

Hasta 27 países de África y Asia se enfrentan a «graves problemas» en la respuesta de la tuberculosis, pues están experimentando escasez de recursos humanos, interrupciones en el diagnóstico y el tratamiento, el colapso de los sistemas de datos y vigilancia, o el deterioro de la participación comunitaria. De hecho, nueve países han informado de deficiencias en las cadenas de adquisición y suministro de medicamentos contra la tuberculosis, lo que «pone en peligro» la vida de las personas con tuberculosis. «En las últimas dos décadas, el apoyo estadounidense a los servicios contra la tuberculosis ha ayudado a salvar casi 80 millones de vidas. Esos logros también están en riesgo», ha declarado.

Por su parte, la miembro del Grupo de Trabajo de la Sociedad Civil de la OMS sobre la Tuberculosis, Handaa Enkh-Amgalan, ha lamentado que el 74% del objetivo de financiación de la OMS para la tuberculosis (22.000 millones de dólares -unos 20.000 millones de euros- anuales para 2027) aún no haya sido cubierto. «Los inminentes recortes de financiación para 2025 agravan aún más esta brecha en la respuesta mundial a la tuberculosis, llevándola al borde del colapso. Sin una intervención urgente, estas fallas sistémicas solo aumentarán la propagación de la tuberculosis y agravarán esta crisis sanitaria mundial», ha recalcado.

Tras ello, ha recordado que las interrupciones en los servicios de tuberculosis durante la pandemia de Covid-19 causaron 700.000 muertes adicionales, a pesar de ser una enfermedad prevenible y curable, por lo que ha instado a no «permitir que la historia se repita». Es por ello por lo que ha instado a evitar las interrupciones en los servicios de tuberculosis; a garantizar la atención equitativa para la tuberculosis dentro de los presupuestos nacionales; a salvaguardar los recursos críticos; a fortalecer las alianzas con los sectores público y privado, las ONG, los donantes y las comunidades afectadas; a mejorar los sistemas de monitorización; y a centrarse «en las historias humanas que hay detrás» de las estadísticas.

La directora del Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS, Katherine O'Brien, ha manifestado que los recortes de financiación «ponen vidas en peligro» y que provocarán «cientos de miles de muertes adicionales», especialmente por la interrupción de la distribución de vacunas la del sarampión.