Investigan si hubo agresión sexual en el caso del coche robado con un niño en Tui

Un cambio significativo en la vestimenta que llevaba el pequeño puesta en el momento en el que su madre lo dejó en el vehículo y el momento en el que la furgoneta fue localizada es el motivo por el que la magistrada no puede descartar la agresión sexual, de la que sin embargo no había indicios aparentes, tal y como informaron a ABC fuentes de la Guardia Civil. De ahí que el juzgado decidiese incluir este presunto delito, además del de lesiones, en una nómina que se completa con los de detención ilegal, tentativa de robo con fuerza, hurto, daños y conducción sin carné.

El acusado es un vecino del municipio de 53 años, conocido por los agentes y con antecedentes penales de diversa índole. Los hechos ahora investigados tuvieron lugar alrededor de las 16 horas, cuando la madre aparcó su furgoneta delante del colegio de su hijo mayor para recogerlo.

Consciente de lo breve de la maniobra, dejó al bebé atado en su silla en la parte trasera del vehículo, que tenía las llaves puestas. Cuando salió, a los pocos minutos, se encontró con que el coche ya no estaba y dio la voz de alarma.

Fue cuestión de segundos que Policía Local y Guardia Civil activasen un dispositivo de búsqueda que movilizó todos los medios disponibles en la zona y alertó a toda la población. No tardaron en llegar los primeros avisos del recorrido que la furgoneta estaba realizando y a la hora y media un vecino comunicó que un vehículo de las características del desaparecido había sido aparcado en una cuneta muy próxima a la frontera con Portugal. Precisamente, la alarma había llegado ya hasta la zona limítrofe donde se desplegaron varias patrullas para evitar que el individuo en cuestión cruzase al país vecino con el pequeño. Finalmente, el menor fue recuperado del interior del vehículo a un kilómetro y medio del colegio.

Fuentes del Instituto Armado confirmaron a este diario que apenas unas horas antes del robo de la furgoneta, el mismo individuo había intentado reventar un cajero para conseguir dinero. Además, hacía solo un día que había quedado en libertad con cargos por quebrantar una orden de alejamiento que el juzgado le había impuesto por un delito de violencia en el ámbito doméstico. En su historial figuran otras detenciones por robos varios y tráfico de drogas. La magistrada del juzgado de Tui que investiga los hechos acordó su entrada en la cárcel «por el riesgo de reiteración delictiva y por el riesgo de fuga».