Un VioGén a la europea y más preguntas del médico: las medidas de Igualdad para las que no tiene competencias tras el septiembre más negro

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Érika Montañés

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Estos comités han sido hasta el momento siempre de escucha a las comunidades autónomas y autoridades del lugar donde se produjo la tragedia; y de análisis de qué falló en cada caso. Esta mañana de miércoles 4 de octubre en la que se han repasado uno tras otro los diez crímenes de septiembre se ha querido trasladar propuestas desde el Ministerio, como la de compartir los antecedentes penales de violencia de género de turistas extranjeros (una especie de VioGén a la europea, aunque la competencia para esta materia la tiene Bruselas y la directiva contra la violencia doméstica que lo activaría está en fase de trílogos). No es un planteamiento fácil el que hace Igualdad, y menos desde el punto de vista policial y judicial.

Según ha detallado en rueda de prensa la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, se trataría de que en la expedición de visados para turistas extranjeros o residentes de larga duración de otros países europeos se informe de esos antecedentes. La iniciativa ha surgido a raíz del último asesinato de un ciudadano noruego a una mujer británica en Orihuela (Alicante), que ya había sido condenado en su país de origen por maltrato a otra mujer.

La Unidad policial (UFAM) de Alicante ha trasladado a Igualdad que se habían sucedido casos de este tipo, incluso «en la misma urbanización» por parte de ciudadanos de "países comunitarios, de buen poder adquisitivo y que maltratan a sus mujeres" en suelo español. Estas mujeres, además, tienen «dificultades» para denunciar por la barrera idiomática y otras causas que hacen que no se refugien en el sistema de protección nacional.

Esta iniciativa recuerda que ya en el primer comité de crisis, celebrado en diciembre de 2022, Igualdad propuso que en España se comunicase a las víctimas si sus parejas tenían antecedentes por este delito, pero la Fiscalía de Sala, que lo consideró, aún lo tiene bajo estudio. No ha habido avances en este sentido, según reconoció recientemente la juez Victoria Rosell, delegado del Gobierno contra la Violencia de Género.

La otra iniciativa sería más viable: dar a conocer la existencia de otro servicio paralelo al 016, que lleva muchos años trabajando en España, y que gestiona Cruz Roja. Igualdad quiere ahora «rediseñar Atenpro», en palabras de Rodríguez. Resulta más accesible para algún perfil de víctima con problemas por el idioma o la geografía. El servicio de prevención y atención Atenpro pone en marcha una especie de vigilancia de cada caso que garantiza no un policía en la puerta de la mujer en peligro, pero sí un seguimiento del caso. Está muy extendido, por ejemplo, en el medio rural, con menor presencia de fuerzas policiales. Atenpro no requiere denuncia, como sí el sistema policial VioGén, para que las mujeres entren en el «radar» de la necesidad de protección ante sus parejas o ex.

La formación de abogados de oficio, facultativos de atención primaria y servicios de salud mental, así como a los docentes, para la detección que Ángela Rodríguez ha llamado «proactiva, y no precoz» completan el panel de iniciativas que ha puesto sobre la mesa hoy el Ministerio de Igualdad. Esta medida ha sido ejemplificada con el caso de una mujer asesinada en septiembre que llevaba «décadas» acudiendo a los servicios de salud mental, dentro del sistema nacional de salud, a relatar el maltrato que padecía y no se le auxilió. «Hay que dar la voz de alarma» desde el «ámbito educativo, sanitario, judicial, policial« para que la detección de esta situación de violencia de género que ha entrado en una situación de emergencia sea proactiva. Que además de que el médico te pregunte si fumas, también incluya preguntas si anota indicios de que puedes ser maltratada, ha ejemplificado la secretaria de Estado en su comparecencia ante la prensa al filo de las cuatro de la tarde.

Rodríguez no ha escatimado hoy epítetos y ha calificado septiembre como "el peor mes de la reciente historia democrática", desde que se tienen registros de feminicidios en España, así que en la búsqueda de responsabilidades ha señalado dos: «Abandonar el negacionismo es clave para salvar vidas« y «romper el círculo del silencio» por parte de los entornos que dificultan que una mujer sea auxiliada. Ha demandado a todas las administraciones poner como prioridad la violencia de género y esa mejoría en la detección de casos para evitar que la sangría siga.