Los colegios católicos ahorran al Estado 4.356 millones de euros anuales

Los datos han sido ofrecidos este miércoles por la directora de la Oficina de Transparencia de la Iglesia, Ester Martín, y el secretario de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor César García Magán, dentro de la Memoria de actividades de la Iglesia que cada año se presenta como uno de los compromisos con «la sociedad para dar cuenta de su actividad y del destino que se a los recursos recibidos de la Asignación Tributaria». En concreto, los datos suponen una respuesta del destino de los 321 millones que la Iglesia recibió a través de la casilla de la x del IRPF en 2021.

Así, en la rueda de prensa celebrada en la sede de la CEE, se ha destacado la «imprescindible» labor educativa de la Iglesia. »La iniciativa de los 2.548 centros educativos católicos supone un ahorro para el Estado que asciende en 2021 a 4.356 millones de euros anuales», ha destacado Ester Martín. En total, en 2021, fueron 1.509.280 alumnos los que optaron por un centro católico, por deseo de sus familias.

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Por otro lado, la Memoria también destaca el impacto del patrimonio cultural de la Iglesia católica, tanto del material, con 3.161 bienes de interés cultural (BIC), como el inmaterial, las festividades religiosas, en especial la de interés turístico. De esta forma, a través de un estudio realizado por KPMG, que recoge la Memoria presentada, «el impacto global estimado de los bienes de interés cultural y de las fiestas religiosas de interés turístico equivale a más del 3% del PIB en España». Una cantidad muy significativa que estaría por encima de la aportación al agregador macroeconómico de otros sectores, como la agricultura.

Este patrimonio cultural, «puesto al servicio de todos», ha destacado la directora de la Oficina de Transparencia, «genera una gran riqueza cultural, celebrativa y económica también, con un impacto económico de 22.620 millones de euros». Desde el punto de vista del empleo, el patrimonio eclesial supone una aportación de 225.000 empleos directos e indirectos.

Los datos no son tan positivos a la hora de valorar la actividad sacramental. Si bien es cierto que los datos suben en relación al año anterior, hay que tener en cuenta que en 2020, con varios meses con los templos cerrados y con restricciones de aforo por las medidas contra el Covid, el descenso fue muy pronunciado.

Así, en 2020 menos de un tercio de los niños nacidos fueron bautizados (100.222 en total) y tan sólo un 13,98% de los matrimonios fueron por la Iglesia (12.679 en total). En 2021, finalizado el confinamiento y las restricciones de aforo, los datos suben significativamente, hasta los 149.711 bautismo y los 25.762 enlaces católicos.

Sin embargo, el aumento postpandemia, no oculta el paulatino descenso de la vida sacramental en España. Si comparamos los datos, y sobre todo los porcentajes, con los de 2019, podemos comprobar que mientras en el año previo al Covid, el 48,76% de los niños nacidos fueron bautizados, en la vuelta a normalidad de 2021, el porcentaje desciende hasta el 44,37%. Similar proceso ocurre con los matrimonios católicos en relación a la cifra total que facilita el INE. En 2019, el 22,13% de los enlaces fueron por la Iglesia, mientras que en 2021, el porcentaje descendió cinco puntos, hasta el 17,33%.