La beluga extraviada en el Sena, eutanasiada

Con la eutanasia ha culminado una operación sin precedentes, por los recursos movilizados y la emoción que había suscitado el caso.

Instalada en un camión frigorífico especialmente adaptado a un cetáceo de varios centenares de kilos, la beluga fue observada por varios especialistas durante el trayecto entre Saint-Pierre-la-Garenne y Ouistreham (Calvados), en la costa de Normandía.

A las 11 de la mañana del miércoles, la prefectura de Calvados hizo público el siguiente comunicado: «La beluga llegó a las 10h30 al Servicio de inspección veterinaria de fronteras, en Ouistreham, donde debía realizarse un nuevo examen veterinario, sanitario, para estudiar su posible traslado a una esclusa próxima. Sin embargo, el estado del cetáceo se había degradado durante el viaje, a pesar de los medios técnicos utilizados. Los análisis veterinarios confirmaron que la beluga se encontraba en un estado de gran debilidad física, con una respiración muy deficiente y problemática. Los veterinarios tomaron la decisión colectiva de eutanasiarla«.

Según la ONG Sea Shepherd, la beluga, macho, no presentaba ninguna enfermedad infecciosa, pero había dejado de tener actividad digestiva. No podía alimentarse normalmente. De ahí la degradación física irreversible. La beluga sufría, igualmente, de anoxemia: «Disminución de la cantidad de oxígeno contenida en la sangre. Disminución que puede obedecer a diversas causas: depresión atmosférica, anemia, alteración de la hemoglobina por ciertos tóxicos (anilina, nitritos, sulfamidas), envenenamiento por el monóxido de carbono». El cetáceo solo podía respirar, muy mal, con un sufrimiento creciente.

Las prefecturas del Eure y Calvados, en nombre del Estado, las asociaciones y ONG que han participado en el rescate de la beluga, coinciden en manifestar un tristeza profunda. Los medios del Estado han sido insuficientes. Nadie duda de lo bien fundado de la eutanasia del cetáceo.

El cetáceo eutanasiado es el segundo extraviado en un río francés en más de medio siglo. En 1948, los pescadores descubrieron un beluga en el estuario del Loire. Tras varios días de observación, el cetáceo fue encontrado muerto, víctima de inanición.